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Según las encuestas Leonel Fernández es el dirigente político con
mayor ascendencia popular. No está en el poder, pero la población lo
tiene en alta estima. He visto sus fotos colgadas en hogares humildes y
testigos aseguran que en sus apariciones en los barrios lo vitorean
personas de todas las edades.
La reciente disposición de la Junta Central Electoral que enfría las
acciones de proselitismo pretende sacarlo de la actividad pública. Es
otro tema constitucional porque, según dice el presidente del PLD, sobre
esta materia no hay reglas y por tanto no puede haber sanción contra
los de aspirantes presidenciales.
Para Leonel esas presentaciones son de calentamiento más que para
vender su persona, porque él y Luis Abinader, son conocidos, pero la
disposición de la JCE que pretende congelar el proselitismo deja la
cancha libre a Danilo Medina.
Leonel y Luis, que coinciden en este tramo de la lucha por la Ley de
Partidos, tienen dentro de sus organizaciones a los aliados por la
reelección de Danilo. L y L saben que si Danilo impone su candidatura la
lucha contra la reelección será ardua. Tienen, por fuerza del momento,
una mancuerna operativa. Esta unidad táctica les permitirá desbrozar las
malezas para sus candidaturas.
Tanto como Abinader crece como líder en el seno del pueblo, aumenta
la ojeriza del sector oficial porque Luis será de los más votados en el
2020. Él está como el bizco que ve dos toros, pero verdadero toro es la
reelección. Junto con el PRM hará un papel estelar si elude las
presiones de Medina.
Entretanto, la estrategia de Fernández se sustenta en apoyarse en las
bases del PLD para buscar entre la población solidaridad numérica del
voto.
Supe que se agotaron los formularios para recabar nombres y que para
agosto planea una severa demostración de fuerzas, mostrando las firmas
de mucho más de un millón de adeptos. Leonel se maneja con prudencia
para evitar un rompimiento, pero está dispuesto para cruzar el río. El
oficialismo hace tratativas para impedir que navegue.
Medina y Mejía (M&M CxA) también están unidos en propósitos.
Hipólito ha demostrado con sus candidaturas presidenciales que es un
muerto lleno de vida que saca provecho a su unidad con Danilo. Y
viceversa.
Es conocido que Hipólito hasta se sacaría los ojos para no ver ganar a Leonel. No sé Danilo.
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