Danilo insiste en las primarias

Poca protección tiene la ciudadanía cuando los ladrones son los policías.
Así estamos ahora con el proyecto de Ley de Partidos. Los que pretenden burlar la ley son los llamados a hacerla cumplir. El Poder Ejecutivo insiste en “convencer” legisladores para hacer pasar un proyecto que allanaría la reelección de Danilo Medina.
Hacia el interior de los partidos de oposición, e incluso entre los peledeístas, existe el temor de que en cualquier momento entre un rodillo cargado de dinero para sumar voluntades.
Está recontraprobado que las primarias abiertas tienen el rechazo de la población, pero los reeleccionistas no cejan. Creen que por tener el uso del dinero público, lo tienen todo.
Hay que decirlo una y otra vez. Repetirlo hasta el cansancio: incluir las primarias en la Ley de Partidos únicamente podría ocurrir si se compra legisladores.
Los oficialistas están cargados de miedo. Temen que si dejan a los partidos actuar dentro del marco de la ley, podrían salir del poder. De ahí que anden de noche y día con ofertas al mejor postor.
Desde el Palacio han aumentado la oferta. La negativa de los diputados perremeístas obligó a Danilo a quitarse el bobo y enseñar las uñas. Mostró que estaba detrás de destruir la libertad de asociación de los partidos.

No existe duda, quien pone la mayor presión en usar la fuerza del dinero para imponer, algún interés personal tiene que tener. La población no puede perder de vista lo esencial. Las primarias abiertas en una Ley de Partidos son inconstitucionales y facilitan el camino de la reelección de Danilo. 

Existen proyectos para dotar al país de una legislación que norme la vida de los partidos.

 El proyecto de la Junta Central Electoral y la propuesta del Partido Reformista Social Cristiano excluyen las primarias abiertas. Legalmente el PLD carece de una decisión por bifurcarse sus puntos de vista.

Pero las fuerzas legales de la nación han dicho que no es su decisión. Tanto la carta de Danilo presionando por una comisión bicameral como los precandidatos presidenciales oficialistas son parte de la misma movida de ganar tiempo para sobornar.

En los últimos días el ventrílocuo ha lanzado muñecos como precandidatos.

Quiere hacer creer que son verdaderos aspirantes porque él no va, cuando en realidad son parte de su espectáculo y a la primera de cambio estarán en la patana danilista.

Por Alfredo Freites ;-

alfredofreitesc@gmail.com