Clemen García Damirón --lo he dicho otras veces--, es una vieja y
activa dirigente del Partido de la Liberación Dominicana que colabora
con relativa frecuencia con esta columna dando su propia cara o a través
de su alter ego madrileña Esperanza Aguirre. Siempre con respeto,
siempre con altura, siempre inteligente y muy atenta a los temas
realmente importantes.
Es simpatizante de Leonel Fernández y, al igual que la mayoría de sus
compañeros de aventura, considera que Leonel Fernández tiene que ser el
candidato de su partido en el 2020 al precio que sea. ¿La reelección de
Danilo? Esa es una malapalabra en el vocabulario de los leonelistas
fanatizados como ella. Prefieren que el partido se vaya a la porra.
¿Acaso creen que Leonel saldrá indemne de la avalancha que le vendría
encima al PLD --a todos sus dirigentes, incluyendo al tío político de
Clemen, Euclides Gutiérrez--, cuando la mezquindad los saque a empujones
del Palacio Nacional?
Reproduzco una carta de Clemen rumiando sus frustraciones...
¡Ningún laberinto!
“Leer ‘Leonel en su laberinto’ no hizo justicia a la alta valoración que
como periodista y hombre bien informado tengo de ti. Primero porque no
hay tal laberinto, ni trampa, mucho menos sacrificio extremo. Ni
siquiera se encuentra Leonel Fernández en una posición que lo pudiera
colocar en el sombrío escenario que planteas.
“Amo mi partido, he sido respetuosa de todo proceso y decisión tomada
desde los organismos de dirección. Quizá hoy clame en el desierto, pero
hasta hace unos pocos años nuestros intermedios tenían voz y voto,
ejercíamos y ejecutábamos cada acción acordada, estudiada o consensuada.
Es más, Leonel y Danilo son producto de ello. Por eso, lo que quiero
expresar deseo hacerlo con mucho cuidado para no herir ni faltarle el
respeto a nadie, porque se va haciendo hora de que las cosas se digan
desde lo más profundo del corazón y de lo que queda de nuestras bases.
“Hemos visto cómo el grupo que gobierna se empecina en embarcar al
país en una nueva modificación constitucional cueste lo que cueste. Ya
lo hicieron en el fatídico año del 2015 y hubo que asumirlo, y además
celebrarlo.
“Ahora no, no hay deseos ni de reelección y mucho menos de asumir
algo que nos avergüenza a todos, porque sabemos el precio que cuesta un
capricho como ese. Pende de nuestra cabeza el crudo tema de Odebrecht,
del que no es necesario abundar.
“La opinión pública, llamada a orientar a la población, está
despertando gracias a Dios. Si tomas los diferentes medios de prensa
escrita te darás cuenta del rechazo que está generando el tema
reeleccionista.
¿Cómo prestarse a promover otra modificación constitucional cuando
acabamos de salir de una? ¿Cómo es posible, por Dios, que nadie quiera
razonarle a Danilo Medina que no podemos embarcarnos en ese tremendismo?
”
¡Póngase los pantalones!
“A Leonel lo mandaron a ponerse los pantalones en una primera ocasión de
intento reeleccionista; en la segunda, el Senado casi en pleno se puso a
su disposición para hacer lo que fuere necesario, y ni hablar de las
carretillas famosas en el Olímpico. El pueblo se siente dolido,
engañado.
“Tenemos tantos frentes abiertos en nuestra gestión gubernamental y
solo nos preocupa el laberinto de Leonel, cuando la preocupación debería
ser terminar este cuatrienio de la mejor manera posible. Elegimos a
Danilo Medina porque creímos en él, porque nos dio su palabra de hombre
de bien y por ser un hombre cercano al partido. Estamos perdiendo a ese
hombre, una lástima.
“Leonel no es invencible. Pero no lo vencen los nuevos aspirantes,
tampoco los viejos. En tal caso, se necesitan todos. Porque aunque para
algunos sea difícil de digerir, en el 2020 se ve a Leonel como
Presidente otra vez...
“... Y lo grande es que todos lo saben, no sé por qué tanta
resistencia e inconformidad. Total, solo cambiará el nombre del
inquilino en el Palacio Nacional”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario