PROPONEN Y DISPONEN.- Leonel
Fernández siempre es así: previsible. No intenta gobernar desde fuera
como Álvaro Uribe en Colombia o Rafael Correa en Ecuador. Sabe esperar
su oportunidad, y sobre todo que sea segura. Corredor en primera, busca
robarse la segunda, pero si el cátcher se le adelanta y tira primero a
la base, se devuelve a la inicial. Y ahí se mantiene sin riesgo hasta
que se produzca una nueva situación de juego. Nada más hay que recordar
los millones de firmas, el acto público de cajas en carretillas y la
inutilidad -aparentemente- del ejercicio.
Vale preguntarse quién o quiénes serán custodios de ese propósito fallido. Lo hizo y quedará para la historia política como una anécdota inexplicable. Como los chistes de Bienvenido, el programa de comedias de factura venezolana. Igual merece mencionarse la campaña de vientos del pueblo me llevan, tomando de estandarte versos de guerra del poeta español Miguel Hernández. Fernández es rico en salidas de calidad, pero no pasan de los primeros innings. ¿Sería ese el caso de ahora? La verdad que nadie sabría decir, pues podría darse un trance incomprensivo, pero real: Fernández propone y Danilo Medina dispone, y viceversa...
NO SERÁ SOLUCION.- El PLD tiene cosas pendientes de hacer, y no una ni dos, sino muchas. Cosas propias, acordadas y dignas de debates y enfrentamientos. Sin embargo, los peledeístas dejan el camino real por la vereda. Varias resoluciones del Congreso fueron convertidas en normas, y como las monas que se visten de seda, normas se quedan. Las otras resoluciones siguen como resoluciones, y de qué valdría constituirlas en reglas, si no se aplicarían. Los peledeístas que no tienen dominio se van por la tangente, y en la tangente no hay peligro. El principal problema dan a entender es la falta de convocatoria del comité Político. Si el comité Político se reúne, todas dificultades que se alegan, desaparecerán por arte de magia. Olvidan que en el pasado ese mismo CP se citaba y se discutían intrascendencias, como la Iglesia en tiempos de Bizancio. El sesionar del comité Político no sería solución de por sí o en sí, a menos que se asuma una agenda de carácter. Aunque se hace evidente una inteligencia superior. El PLD no se reúne, la falla se hace evidente, los peledeístas creen que la jícara de coco es más importante que el fruto, y como en una canción de Frank Sinatra, llaman los payasos. Lo último es que los que opinan “quieren salir en la prensa” y si “quieren sonar, que les vaya bonito”...
SOLISTA Y CORO.- Tanto va el cántaro al río que un día las aguas se enturbian. Tanto se denuncia o reclama que el comité Político del PLD no se reúne, que el secretario general salió huyendo del velorio y le cargó el muerto al presidente del partido. Reinaldo Pared pareció defenderse al decir que solo convoca cuando Leonel Fernández le instruye. Una rara manera de realizarse el viejo refrán de que “donde manda capitán, no manda soldado”. La expresión, sin embargo, se presta a animadversión o a la escogencia de un culpable favorito. La idea que se tenía era otra. Que sí, que el secretario general convocaba, y era cuando el presidente del partido le mandaba, pero que antes se producía entendimiento entre los presidentes del partido y de la República. La oportunidad y los puntos principales de agenda eran de su exclusiva competencia. Si los miembros del alto organismo no se juntan, la culpa se supone compartida entre los dos líderes. Y a partes iguales podría decirse. El secretario general (es lo que puede interpretarse) le cobra al presidente del partido haberse servido con la cuchara grande en el encuentro con la Junta Central Electoral. Asumió como vocero de los partidos que se oponen a las primarias abiertas, un punto de discusión -todavía- en el PLD. Hizo de solista y coro, según se cuenta...
DECIR NADA INOCENTE.- Ese decir de Reinaldo Pared de que no convoca al comité Político porque Leonel Fernández no se lo pide, no es inocente y debiera producir consecuencia política. Fernández no solo es problema como potencial o posible candidato, sino también como presidente del partido. La loca idea del secuestro se hace cuerda desde el momento que se da cuenta de la verdadera situación interna. Fernández tiene al PLD en un trance imposible. Ni para alante ni para atrás. No vale interpelar al colectivo del comité Político si la responsabilidad es de uno solo de sus miembros, y en este caso presidente del partido. ¿Era esa la intención de Pared, de echar el muerto con todo y mortaja a Fernández? Si no lo era, el devenir por lo menos aclara donde está el cuello de botella, o la botella entera. Las voces que se levantan ya saben hacia quién deben dirigir sus ruegos o presionar para que ese organismo de dirección, el comité Político, se reúna. Incluso a Fernández le conviene dar el frente, y defenderse si es un acumulo, o dar las explicaciones que sean pertinentes. Pues hasta ahora los que opinan -al decir de sus compañeros- quieren salir en la prensa o sonar, pero quién sabe si más adelante esos reclamos se convierten en una verdadera insurrección. Ahora no solo se habla de primarias, sino de inmovilismo (los cargos no se renuevan desde hace tiempo) y de bloqueo a los jóvenes...
Por Orlando Gil ;-
Vale preguntarse quién o quiénes serán custodios de ese propósito fallido. Lo hizo y quedará para la historia política como una anécdota inexplicable. Como los chistes de Bienvenido, el programa de comedias de factura venezolana. Igual merece mencionarse la campaña de vientos del pueblo me llevan, tomando de estandarte versos de guerra del poeta español Miguel Hernández. Fernández es rico en salidas de calidad, pero no pasan de los primeros innings. ¿Sería ese el caso de ahora? La verdad que nadie sabría decir, pues podría darse un trance incomprensivo, pero real: Fernández propone y Danilo Medina dispone, y viceversa...
NO SERÁ SOLUCION.- El PLD tiene cosas pendientes de hacer, y no una ni dos, sino muchas. Cosas propias, acordadas y dignas de debates y enfrentamientos. Sin embargo, los peledeístas dejan el camino real por la vereda. Varias resoluciones del Congreso fueron convertidas en normas, y como las monas que se visten de seda, normas se quedan. Las otras resoluciones siguen como resoluciones, y de qué valdría constituirlas en reglas, si no se aplicarían. Los peledeístas que no tienen dominio se van por la tangente, y en la tangente no hay peligro. El principal problema dan a entender es la falta de convocatoria del comité Político. Si el comité Político se reúne, todas dificultades que se alegan, desaparecerán por arte de magia. Olvidan que en el pasado ese mismo CP se citaba y se discutían intrascendencias, como la Iglesia en tiempos de Bizancio. El sesionar del comité Político no sería solución de por sí o en sí, a menos que se asuma una agenda de carácter. Aunque se hace evidente una inteligencia superior. El PLD no se reúne, la falla se hace evidente, los peledeístas creen que la jícara de coco es más importante que el fruto, y como en una canción de Frank Sinatra, llaman los payasos. Lo último es que los que opinan “quieren salir en la prensa” y si “quieren sonar, que les vaya bonito”...
SOLISTA Y CORO.- Tanto va el cántaro al río que un día las aguas se enturbian. Tanto se denuncia o reclama que el comité Político del PLD no se reúne, que el secretario general salió huyendo del velorio y le cargó el muerto al presidente del partido. Reinaldo Pared pareció defenderse al decir que solo convoca cuando Leonel Fernández le instruye. Una rara manera de realizarse el viejo refrán de que “donde manda capitán, no manda soldado”. La expresión, sin embargo, se presta a animadversión o a la escogencia de un culpable favorito. La idea que se tenía era otra. Que sí, que el secretario general convocaba, y era cuando el presidente del partido le mandaba, pero que antes se producía entendimiento entre los presidentes del partido y de la República. La oportunidad y los puntos principales de agenda eran de su exclusiva competencia. Si los miembros del alto organismo no se juntan, la culpa se supone compartida entre los dos líderes. Y a partes iguales podría decirse. El secretario general (es lo que puede interpretarse) le cobra al presidente del partido haberse servido con la cuchara grande en el encuentro con la Junta Central Electoral. Asumió como vocero de los partidos que se oponen a las primarias abiertas, un punto de discusión -todavía- en el PLD. Hizo de solista y coro, según se cuenta...
DECIR NADA INOCENTE.- Ese decir de Reinaldo Pared de que no convoca al comité Político porque Leonel Fernández no se lo pide, no es inocente y debiera producir consecuencia política. Fernández no solo es problema como potencial o posible candidato, sino también como presidente del partido. La loca idea del secuestro se hace cuerda desde el momento que se da cuenta de la verdadera situación interna. Fernández tiene al PLD en un trance imposible. Ni para alante ni para atrás. No vale interpelar al colectivo del comité Político si la responsabilidad es de uno solo de sus miembros, y en este caso presidente del partido. ¿Era esa la intención de Pared, de echar el muerto con todo y mortaja a Fernández? Si no lo era, el devenir por lo menos aclara donde está el cuello de botella, o la botella entera. Las voces que se levantan ya saben hacia quién deben dirigir sus ruegos o presionar para que ese organismo de dirección, el comité Político, se reúna. Incluso a Fernández le conviene dar el frente, y defenderse si es un acumulo, o dar las explicaciones que sean pertinentes. Pues hasta ahora los que opinan -al decir de sus compañeros- quieren salir en la prensa o sonar, pero quién sabe si más adelante esos reclamos se convierten en una verdadera insurrección. Ahora no solo se habla de primarias, sino de inmovilismo (los cargos no se renuevan desde hace tiempo) y de bloqueo a los jóvenes...
Por Orlando Gil ;-
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