La Junta Central Electoral puede aprovechar la propuesta de Luis
Abinader para consensuar el proyecto de Ley de Partidos y convocar a una
cumbre de todas las organizaciones reconocidas para debatir el tema
antes de que llegue al Congreso. Es una oportunidad que se pinta sola
sobre todo luego que el Bloque Opositor hiciera una propuesta en firme.
Una reunión de los presidentes de los partidos pondría al liderazgo
político nacional a mirar hacia el futuro.
Las próximas elecciones con
complejas. Muchos cargos se pondrán al alcance de las urnas y se
avecinan conflictos que se pueden salvar con una actuación oportuna. La
proyectada reglamentación sobre los colectivos políticos lleva años
debatiéndose y eludiendo la sanción aprobatoria de los congresistas.
Puntos de fuga y conflictos de intereses se han unido para coser una
autopista de olvido. El texto luce agotado, las palabras y los
contenidos están cansados en ese ir y venir. Esta situación reclama que
la JCE construya un abrevadero donde las agrupaciones sacien su sed de
soluciones. El líder del PRM, Luis Abinader, dijo recientemente que la
Ley de Partidos debía ser consensuada y propuso una reunión de alto
nivel para montar el debate. Esta iniciativa pone a la JCE en un lugar
privilegiado para hacer la convocatoria que lime las asperezas al sentar
los políticos en la mesa del debate para que se digan a la cara sus
verdades. Para la Ley de Partidos el tiempo apremia. El montaje de las
próximas elecciones tiene sin sitio a los directivos de la JCE porque
saben el riesgo de que haya un tollo mayúsculo en las elecciones
municipales que serán celebradas en febrero del 2020. Si las cosas no se
ponen claras y con tiempo las rebatiñas entre municipalistas podrían
incluso afectar los comicios presidenciales, pautados para mayo de ese
año. Al parecer la oposición entera tiene ya una postura en torno a los
contenidos del proyecto. Sin perder su albedrío los integrantes del
Bloque de Oposición podrían ponerse de acuerdo con los demás integrantes
del quehacer político y afinar los términos para agilizar los posibles
debates en el Congreso. Es obvio que la mayoría de los partidos coincide
en que las primarias sean cerradas para garantizar sus operaciones. La
JCE puede coherenciar estas voluntades y al paso con tiempo. Que se
reúnan, que los dientes dejan de chocar chocando.
Por Alfredo Freites ;-
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