Los aspirantes a cargos electivos en el PRM
tienen que saber el entorno al que se enfrentan para sacar adelante sus
intenciones de autopromoción. Cada político actúa dentro de la realidad
concreta o tiene que hacerlo para trazar la táctica correcta, de otra
manera avanzan al precipicio. Lo que se viven en el principal partido de
oposición es que la lucha de tendencias impregna todos los estamentos
de ese colectivo.
Aunque hay voces importantes que se mantienen en silencio, la vieja guardia se resiente y los jóvenes guardan silencio ante su dura realidad de buscar un ala protectora, es decir, alinearse en uno de los dos grupos, o perecer. Los robles, esos dirigentes que tienen toda su vida en la política miran el reloj del desplazamiento porque les llego su cuarto de hora.
Importantes personalidades como el presidente del PRM, el secretario general Luis Bautista, Chú Vásquez y el aspirante a la presidencia del partido, Jesús Feris Iglesias, dan brazadas inútiles en el contaminado mar perremeísta. Ellos forman parte del nutrido grupo de dirigentes que compiten con méritos propios.
Aunque hay voces importantes que se mantienen en silencio, la vieja guardia se resiente y los jóvenes guardan silencio ante su dura realidad de buscar un ala protectora, es decir, alinearse en uno de los dos grupos, o perecer. Los robles, esos dirigentes que tienen toda su vida en la política miran el reloj del desplazamiento porque les llego su cuarto de hora.
Importantes personalidades como el presidente del PRM, el secretario general Luis Bautista, Chú Vásquez y el aspirante a la presidencia del partido, Jesús Feris Iglesias, dan brazadas inútiles en el contaminado mar perremeísta. Ellos forman parte del nutrido grupo de dirigentes que compiten con méritos propios.
En el contexto
actual de la lucha interna todos los aspirantes deben contar con el
salvavidas que les pueden otorgar Hipólito Mejía o Luis Abinader, sobre
todo cuando el postulante aspira a los altos cargos. Mientras más
elevada la posición así es de difícil la competencia, aunque esté
alineado.
En el principal partido de oposición se sabe que los logros tienen un
mérito relativo. Los viejos robles están devaluados. Las glorias han
empalidecido. El laurel de las batallas del pasado se ha secado y el
polvo de las charreteras de estos generales provocan estornudos. En
política no hay piedad. El canibalismo sube por los peldaños de la
ambición individual y cada uno se busca lo suyo plegándose a los
liderazgos mayores.
El doctor Feris Iglesias, por ejemplo, es alabado por sus méritos
personales. Goza de fama y fortuna, pero carece de la bendición de los
jefes de tendencias que ya tienen sus propias plataformas ocupadas con
otras selecciones. El pediatra nada contra la corriente al sostener su
candidatura sin un salvavidas que le garantice sobrevivir en esta
competencia.
Feris Iglesias quiere retomar un esquema de partido opositor porque
el ascenso del PRM se catapulta por la lid política, pero eso podría ser
en otro momento. Los jefes del partido están llenando sus botes con
adeptos y él no es pasajero.
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