Mientras casi la mitad de los estadounidenses
cuestionan las facultades sicológicas de su Presidente Donald Trump para
dirigir su destino, aparece de pronto -como si se tratare de una broma
de mal gusto-, una opinión loca y extemporánea que sugiere a otra
farandulera como candidata presidencial del Partido Demócrata en las
elecciones de 2020.
Mucho más pesada parece aún la broma después que la señora Oprah Winfrey dijera que después de Trump ella ha apreciado que las valoraciones para ser Presidente de los Estados Unidos no son tan exigentes como ella pensaba. O sea, que después de Trump puede ser cualquiera.
Ni siquiera tomó en cuenta la señora Winfrey que con Trump se dio una coyuntura especial por tratarse de un empresario exitoso en el negocio inmobiliario a quien todos sus inventos le salieron bien para proyectar una imagen que finalmente le abrió una brecha que le catapultó al poder en medio de un vacío de liderazgo que involucró por igual a los dos partidos del sistema.
En la campaña pasada se decía que Trump sólo podía derrotar a Hillary Clinton por su naturaleza tan controvertida, obviando que la sociedad norteamericana escuchaba de sus labios -de los de Trump, por supuesto-, lo que la sociedad norteamericana quería escuchar en un momento de mucha incertidumbre. Solo que la sociedad estadounidense esté completamente chiflada pudiera darse el caso de que Oprah Winfrey llegue a ser su primera mujer presidenta.
Una carta de José Café
“Apreciado César: La súbita y extraña proyección mundial de la conjetura sobre una posible aspiración política de Oprah Winfrey evocan los casos de Raphael, Johnny Ventura y Don Antonio Guzmán.
Mucho más pesada parece aún la broma después que la señora Oprah Winfrey dijera que después de Trump ella ha apreciado que las valoraciones para ser Presidente de los Estados Unidos no son tan exigentes como ella pensaba. O sea, que después de Trump puede ser cualquiera.
Ni siquiera tomó en cuenta la señora Winfrey que con Trump se dio una coyuntura especial por tratarse de un empresario exitoso en el negocio inmobiliario a quien todos sus inventos le salieron bien para proyectar una imagen que finalmente le abrió una brecha que le catapultó al poder en medio de un vacío de liderazgo que involucró por igual a los dos partidos del sistema.
En la campaña pasada se decía que Trump sólo podía derrotar a Hillary Clinton por su naturaleza tan controvertida, obviando que la sociedad norteamericana escuchaba de sus labios -de los de Trump, por supuesto-, lo que la sociedad norteamericana quería escuchar en un momento de mucha incertidumbre. Solo que la sociedad estadounidense esté completamente chiflada pudiera darse el caso de que Oprah Winfrey llegue a ser su primera mujer presidenta.
Una carta de José Café
“Apreciado César: La súbita y extraña proyección mundial de la conjetura sobre una posible aspiración política de Oprah Winfrey evocan los casos de Raphael, Johnny Ventura y Don Antonio Guzmán.
“Con
el surgimiento de Raphael como el artista más popular de habla hispana a
finales de los años 60, no cesaron de buscarle un competidor y
sustituto. Bastaba con que cualquier cantante de balada o algún género
suave pegara un par de temas para que lo compararan y proyectaran como
el reemplazo del ibérico. Casi 50 años después, Raphael sigue siendo
aquel...
“Paralelamente, acontecía lo mismo con Johnny Ventura y su Combo
Show. Cuanto conjunto estuviera de moda o comenzara a sonar en la radio
era visto como igual o mejor que Johnny. Al fin, emergió Wilfrido Vargas
y lo llegó a desbancar como el merenguero más aclamado de América
Latina. Pero al final, el caballo mayor ha permanecido cabalgando, los
demás arreando y no hay quien le zafe la brida para que coja sabana como
él mismo presagia cada año.
“Cuando el Partido Reformista ganó las elecciones en el 1966, fuera
limpiamente o con un tongo, Juan Bosch, maestro, guía y lucero político
de la nación en aquellos tiempos, decía que Joaquín Balaguer sería el
presidente del país mientras vida tuviera. Y de alguna manera, muchos
favorecían semejante adivinanza porque no pocos afirmaban que mientras
existiera Balaguer en el poder y Bosch en la oposición no había futuro
político para nadie”.
Todos son presidenciables
Como el ala moderada del PRD de aquella coyuntura histórica, con Peña
Gómez a la cabeza, pensaba distinto, luchó hasta echar a Balaguer del
Palacio Nacional en el 1978 reemplazándolo por Don Antonio Guzmán. A
partir de ese momento todo dominicano piensa que califica para ser
Presidente de la República. “La gran presentadora norteamericana Oprah
Winfrey pronunció un discurso emotivo en defensa de la mujer a raíz del
premio que recibió del Golden Globes y, las agencias de prensa y los
medios lo tomaron como el preludio del lanzamiento de su pretensión
presidencial por el Partido Demócrata.
“En ausencia de un líder al interior de esa organización política y
como Donald Trump ha hecho creer que es tan fácil llegar a la Casa
Blanca, ya le están buscando un relevo.
“Sin embargo, olvidan que con toda la presión mediática que lo ahoga,
si desvían la atención hacia otro personaje le estarían dando una buena
bocanada de oxígeno. Con mis saludos afectuosos, José Café”.
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