¿Hacia dónde vamos?
Los médicos que sirven en los hospitales públicos del país abusan de
los más pobres al dejarlos sin servicio, sin consultas, sin atenciones,
sin consideración a sus enfermedades y dolencias. Presionan porque
algunos pasantes no han recibido aún el aumento salarial que aseguran
fue consignado en el pacto que firmaron con el Gobierno.
El Colegio Médico Dominicano convocó una huelga de 24 horas en medio
de la amenaza de un huracán y la ‘acortó’ a la mitad por
‘condescendencia’; siguió con un paro de 24 horas la semana pasada y
amenazan con seguir ‘a huelgazo limpio’ -como lo bautizara el presidente
del CMD- por dos días a partir de este miércoles.
Los profesores de las escuelas públicas presionan al Ministerio de
Educación y a los alumnos con dejarlos sin recibir la enseñanza, porque
las autoridades del Minerd descubrieron una gran irregularidad, unos 28
mil educadores no estaban asignados a la escuela adonde habían sido
nombrados, luego que el Ministerio analizara la nómina completa
determinada, además que había decenas que cobraban sin trabajar y hasta
viviendo en el extranjero. Por decidirse a poner fin a estas
irregularidades, la ADP, el gremio de los maestros, en vez de cerrar
filas con Educación y ayudar a corregir esos entuertos, arman un lío y
amenazan con paralizar las escuelas en desmedro de los millares
profesores honestos, trabajadores, consagrados a sus puestos, y contra
los estudiantes, que nada tienen que ver con esas irregularidades.
Pero
la cosa no termina ahí. Esta semana el rector de la UASD dijo preferir
‘guardar silencio’ ante un caso tan grave como el que el secretario
general de la Federación de Estudiantes Dominicanos, FED, y otros cuatro
estudiantes -por demás empleados de la universidad con salarios de
hasta $61,000 mensuales- son acusados de estafa y abuso de confianza
contra un grupo de estudiantes que fueron llevados a Estados Unidos
engañados, con documentación falsa, situación por la que grupos
universitarios han provocado desórdenes y el cierre de la docencia por
casi una semana.
La tapa al pomo, como se dice, la ponen los jueces que lanzaron una
proclama pública, en un encuentro con toga y birrete frente al Palacio
de Justicia, quejándose y amenazando con acciones de fuerza por las
decisiones del Consejo del Poder Judicial de trasladar y enjuiciar a
magistrados envueltos en irregularidades que escandalizan a la Justicia y
que contravienen el sentido de sus funciones a favor de la
institucionalidad y de la sociedad.
En resumen: profesionales, médicos, profesores, jueces,
universitarios, protestan, paralizan sus labores, porque la autoridad,
la sociedad, quiere encarrilarlos por las vías de la legalidad y la
formalidad, pero ellos se resisten y presionan. Nadie los enfrenta. Los
otros partidos guardan un silencio cómplice, cuando “no apoyan” esas
vagabunderías porque con ello creen que hacen oposición, ganan prensa
y/o castigan al Gobierno.
Realmente estamos patas arriba.
Por Ruddy L. González ;-
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