No hay árbitros a lo interno de los partidos. Los organismos
de dirección de las distintas organizaciones políticas no están
calificadas para montar procesos electorales internos de los partidos
políticos, debido a que quienes no se encuentran comprometidos por la
vía económica, lo están por la vía grupal o del sectarismo típico de sus
estructuras.
Los partidos presentarían sus mejores credenciales en elecciones nacionales. Con este mecanismo de elección interna las personas que saldrían candidatas de cara a las elecciones nacionales serían figuras que contarían con la validación social y no sólo de las estructuras internas partidarias que en la mayoría de los casos son víctimas del secuestro de aquellos que por ciertas vías logran aglutinar alrededor suyo las distintas direcciones de los organismos que manejan a su antojo los procesos eleccionarios internos y así poder salir gananciosos aunque no cuenten con el apoyo mayoritario de la sociedad.
Se democratiza el poder electoral del pueblo. Las primarias abiertas, simultáneas y dirigidas por la JCE obligaría a los miembros de los partidos que quieran ocupar posiciones en el aparato público a vincularse con estructuras de la demarcación por la cual pretenden salir favorecidos en elecciones nacionales.
Por: Carlos Peña ;-
carlospenard@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario