Janet Camilo: arreglando al hombre y a la mujer
Nacida de un amor fugaz, propio de los “errores de juventud” y
viviendo una niñez y adolescencia con exceso de control “para que no se
repita la historia”, Yanet Camilo sabe perfectamente lo que tiene entre
las manos en el Ministerio de la Mujer.
Aquellos consejos que les daban su abuela y bisabuela paterna, con
las que se crió, sobre lo que la mujer tenía que hacer para que el
hombre la respetara, valorara y amara como Dios manda, fueron armando el
muñeco, durante su infancia, de lo que hoy es su convicción de justicia
e igualdad.
Su humilde entorno, el vacío existencial que dejan los
padres cuando no están, y el esfuerzo que hacen los que están para que
no falte nada, la fueron moldeando para que hoy sea una roca fuerte,
impermeable ante los bloqueos sociales y luchadora incansable por el
bienestar social.
La entrevista. La ministra de la Mujer, Janet Camilo, mientras conversa con la periodista sobre su vida personal y sus luchas por la igualdad. |
Es así como hoy, convencida de que si una persona no está bien
consigo misma no se realiza profesionalmente, y si no dice lo que quiere
ni reclama sus derechos o hace algo por conseguir su propia felicidad,
no puede ayudar a nadie, ni a su país ni al mundo, nos concede esta
entrevista.
De cara a cara, en la privacidad de su hogar, revela las debilidades
del sistema de poder, enfrenta al machismo de manera amigable, desnuda
la realidad de la vida política, advierte sobre el mal que corroe a la
familia y a la sociedad y pone el dedo sobre la llaga de la conciencia.
LA BASE
¿Quién es Janet Camilo?
Soy una defensora de los derechos humanos, de la integridad de la persona, de las mujeres, niños y adolescentes.
Pero sobre todo de la igualdad y la equidad. Lucho por un mundo mejor.
¿De dónde viene esa sensibilidad?
Yo soy una pueblerina. Nací y me crié en Salcedo hasta que vine a la
Capital e ingresé a la universidad a los 17 años. El sacerdote Félix
Azcárate y mis abuelas fomentaron en mí la vocación de servicio y a
trabajar por la comunidad.
¿Cuál es su modelo de hogar?
Mira, yo no me crié con mis padres. Mi mamá tenía 15 años cuando yo nací, mi papá 21….
Éran muy jóvenes. Ella emigró a España. Ya tiene 35 años allá.
Mi padre siempre me visitaba. A ella la veía cuando venía al país o yo iba para allá, pero nunca se casaron ni vivieron juntos….
¿Qué representa eso en su vida?
Todo. Todo lo que soy hoy viene de ahí. Conozco perfectamente lo que son
las desigualdades sociales, la discriminación, la ausencia de los
padres en tu día a día, lo que sucede con las personas que emigran de su
país, el tema de las adolescentes embarazadas. Qué pasa con los niños
que llegan… en fin.
¿Cuál fue el timón de su vida?
El ser mujer me hizo más fuerte.
La capacitación me indicó el camino, las oportunidades fueron
aprovechadas para escalar y la política me colocó en el lugar ideal para
lograr la igualdad de género.
Lucha de Género.
¿Qué significa esto?
Significa que en nuestro país todavía está muy arraigada la cultura del
machismo y la sumisión de la mujer. Que la mujer tiene que prepararse
para librar la batalla y el hombre para ceder parte de lo que cree le
pertenece.
¿A qué equivale la igualdad hombre-mujer?
A que cada uno tenga las mismas oportunidades de educarse, de insertarse
en el campo laboral en iguales condiciones, sin discriminación ni
menosprecio.
De gobernar sin censura ni falsos señalamientos morales y éticos.
Pero sobre todo, que se respeten nuestros pensamientos y libertades.
¿Con qué herramientas contamos?
Con la de la educación, la preparación académica, el demostrar nuestras
destrezas, la inteligencia emocional, la activa participación en la
política, la defensa propia, el reclamo de bienestar.
“República Dominicana, igual que el resto del mundo,
tiene una deuda con las mujeres por el tema de la igualdad, que no se ha
cumplido”.
Violencia intrafamiliar
Al tratar el tema de la violencia intrafamiliar, la Ministra de la
Mujer dice que éste ocupa el número uno en las prioridades del
organismo, fortaleciendo las políticas públicas sobre prevención.
“Tenemos 52 oficinas en el interior del país, donde brindamos
servicios gratuitos de abogados y psicólogos a las mujeres, niñas y
niños que los necesitan, y el Presidente nos acaba de aprobar otras
dos.” Indica que también atienden casos de niñas y reciben en las casas
de acogida a jovencitas desde 14 años, proporcionándoles ropa,
alimentación, medicina y orientación.
Para reducir los casos cuenta con las mesas de diálogo, con la
participación de las diferentes instituciones de la sociedad, y que
actualmente desarrolla la campaña “Esto tiene que cambiar”, dirigida a
hombres para que revisen su conciencia y dejen de sentirse dueños de
“sus mujeres”. Persiguen lograr el respeto a la vida y a la dignidad de
la persona.
CONFLICTO INSTITUCIONAL
¿Qué es lo que pasa con el TC? Yo estaba en Venecia cuando me enteré
por twitter que el Tribunal Constitucional sometió un proyecto que
sugiere convertir el Ministerio de la Mujer en el Ministerio de la
Familia. No me consultaron ni pidieron mi opinión… Yo mandé a buscar el
proyecto, y mi representante de la Consultoría Jurídica lo está
estudiando.
De hecho, te digo que no estoy de acuerdo con eso porque entiendo que
sería un retroceso a los avances logrados hasta ahora. Yo abogo,
primero, por el bienestar individual de las personas; después familiar, y
luego de grupos y sociedad.
Pero primero, la persona.
Fíjate, ya los niños tienen estancias y figuras jurídicas que los
representan, los adolescentes también, los ancianos por otro lado y la
familia en sí, en su conjunto, con el Instituto de la Familia.
Juntarlo todo de nuevo sería volver a empezar de cero.
Si el problema es que los hombres no se sienten identificados con el
Ministerio de la Mujer, aunque promueva la igualdad de condiciones entre
hombres y mujeres y reciba también sus quejas de atropellos físicos o
emocionales de parte de sus parejas sentimentales, existen otros
mecanismos para resolver el problema. Incluso tenemos un proyecto con
esos fines. Pero meter a todo el mundo en el mismo saco no es factible.
HABLEMOS DE POLÍTICA
Al tocar el tema de las posibles candidaturas políticas de mujeres
con condiciones de gobernar, Yanet Camilo, quien milita en la política
desde el año 1991 destacándose en la ferviente lucha por la igualdad del
género, asegura que la mujer sí está preparada para gobernar.
Al preguntarle su opinión sobre si Margarita Cedeño, Milagros Ortiz
Bosch, Alejandrina Germán y Melba Grullón (con su exitoso modelo
gerencial externo a partidos políticos) pudieran ocupar la Presidencia o
Vicepresidencia de la República, en el caso de las que no han sido, no
tarda en mostrarse totalmente de acuerdo con darles la oportunidad.
Sobre la inclusión en la política de figuras del sector privado, cree
factible y oportuno que se les den entrada para aprender de ellas, y
que estas, a su vez, comprendan el mundo político y juntos los dos
modelos de gestión se fortalezcan el sistema de partidos, de elección
igualitaria y de gobiernos.
¿Qué opina de la lucha de poderes?
A los seres humanos no les gusta compartir. Se resisten a compartir el
espacio público, la fama, el poder… Esas fortalezas que eran atribuidas
solo a los hombres se pueden compartir, pero hay mucha resistencia
todavía y la muestra más fehaciente es la vida política.
¿Qué se ha logrado?
Estamos en la Constitución de la República en la línea de la igualdad,
pero no se cumplen las legislaciones contra la violencia de género.
Tenemos la Ley sobre la Reforma Agraria, que nos da la capacidad de
heredar las parcelas, pero todavía tenemos que exigir y mendigar
nuestros derechos. Las mujeres dominicanas cumplimos 75 años del derecho
al voto, pero encontramos mucha resistencia para ser parte del
liderazgo.
Todo es a medias… ¿Cómo han llegado las que están?
Mira, tenemos a Margarita Cedeño y a Milagros Ortiz Bosch en la
vicepresidencia de la República; a Cristina Lizardo y Lila Alburquerque
en las presidencias del Senado y de la Cámara de Diputados, y hay muchas
funcionarias en cargos públicos, pero ha sido a base de lucha para que
se acepte la popularidad de las mujeres y se comparta el poder político.
¿Hasta dónde llega la democracia actual?
Hasta el 50% no cumplido, mendigado y arrebatado por los hombres. Procuramos la igualdad de condiciones y oportunidades.
¿Qué hace falta?
Hemos logrado que más hombres se unan a nuestra lucha por la igualdad;
otros están en tránsito. El Congreso está aceptando que tenemos que
tener una paridad funcional en la Ley Electoral y que hay que modificar
una extensa lista de leyes para que nuestros derechos se cumplan. Falta
la igualdad de oportunidades.
¿Cómo gobernaría la mujer?
Estoy de acuerdo con que la mujer gobierne diferente al hombre.
Grafíquelo, por favor...
El hombre gobierna como es, como un ente de poder absoluto, superior a
todo el resto, que no cede ni permite que nadie se le acerque. La mujer
gobernaría con amor. Por su naturaleza, sería más comprensible ante las
injusticias humanas, más solidaria y tolerante.
¿Sería algo así como feminizar el poder?
Sí. La mujer evita las guerras. Es conciliadora. En la casa si tienes
que decirle tres verdades a su marido se lo dice y busca miles de
fórmulas para solucionar un problema. Entonces, cuando la mujer se
inserta en la política puede integrar ese amor y esa forma de perdonar,
porque nosotras nos sentimos más en igualdad con la familia y con la
gente que nos rodea. No nos sentimos tan poderosas como los hombres sin
más que nadie.
¿Cómo debería gobernar un hombre?
El presidente Danilo Medina ha dado una lección de cómo se gobierna
diferente. Con las visitas sorpresa ha llevado el Gobierno a la gente.
Ellos se sienten importantes al recibir en sus casas y entornos al
Presidente. La clave es humanizar el poder.
¿Se gobierna desde el Ministerio de la Mujer?
Claro que sí. De la mano con la gestión de Danilo todos los días el
Ministerio trabaja por un mejor país, comenzando con la construcción del
respeto a los derechos humanos, atendiendo casos de niños y
adolescentes desorientados, así como de mujeres maltratadas que no
pueden desarrollarse, producto de los maltratos. Trabajamos por insertar
a los jóvenes en la educación sistemática sexual, que ayuda enormemente
a mejorar el manejo de los embarazos a muy temprana edad. Y trabajamos
de principio a fin el tema de la igualdad. Yo te aseguro que cuando lo
logremos se harán mejores gobiernos y tendremos un mejor país y
bienestar social.
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