El tratamiento a las manifestaciones públicas en algunos países europeos y en Estados Unidos marca
un gran constaste con lo que ocurre en Venezuela, e inclusive con la
forma en que se desarrollan los acontecimientos, donde para manifestar
inconformidad por las políticas públicas desarrolladas desde el gobierno
revolucionario y bolivariano realizan actos vandálicos y terroristas,
liderados por actores políticos de la derecha, quienes han creado una
matriz de opinión dañina en contra del gobierno constitucional.
Ante
las diferentes acciones de quemar personas vivas, destrozar bienes
públicos, y exigir intervenciones extranjeras, cabe mencionar que ojalá
vivieran en países europeos o en los Estados Unidos, donde
existen supuestas democracias de avanzada y se hacen llamar países del
primer mundo, donde la represión a quienes deciden manifestar
públicamente, es realmente “brutal”, pues están obligados a solicitar
permiso para realizar cualquier marcha. Deben indicar cuándo, dónde y
cómo se llevará a cabo la manifestación, cuál es el recorrido exacto, no
deben salirse de lo establecido, porque si lo hacen de inmediato
intervienen los cuerpos policiales para dispersar y arrestar a los
manifestantes que no cumplieron con lo acordado; si se llega a agredir
algún funcionario policial, entonces serán castigados, como ocurre por
ejemplo en Francia que por salirse de lo pautado en el permiso se les castiga con pena de tres años de cárcel y si es en Estados Unidos, el país anhelado por los opositores venezolanos, el de “grandes libertades”, se les castiga con hasta 25 años de prisión, según la gravedad de la agresión, pero si aquí en Venezuela
se detiene a un agresor, manifestante, terrorista, entonces desde el
mismo imperio se le cataloga al Estado venezolano como represor.
Recientemente a un ciudadano en país del norte, quien mato en una
manifestación pública a un policía e hirió a otro, fue condenado a la
pena de muerte sin ninguna contemplación humanitaria.
Igualmente podemos observar que en esos países desarrollados, en las manifestaciones públicas no esta permitido usar capuchas; en Alemania el uso de capuchas es un delito grave que se castiga con un año de cárcel, en España con 30.000 Euros de multas y en Canadá hasta con diez años de prisión. Sin embargo en Venezuela
usan capuchas y máscaras sofisticadas los manifestantes sin que ello
haya sido motivo para encarcelar, ni multar con dinero a nadie, y por
manifestar públicamente desnudo lo cual muchos disociados han realizado
en nuestro país, recientemente ocurrió un caso en Alemania,
donde además de meter preso a la persona que lo hizo, fue remitido a
una evaluación psiquiátrica, al considerarle desquiciado por atentar
contra de la moral y las buenas costumbre, y de haber ocurrido en EEUU, le hubiese tocado pagar 90 días de cárcel, mientras que en Canadá hubiese sido multado con la suma de 5 mil dólares.
La
verdad es que parece que las dictaduras, los regímenes represivos están
es en Europa y Estados Unidos y no en América Latina y mucho menos en
Venezuela que goza de las más amplias libertades democráticas, tanto así
que los opositores políticos dentro de su natural inconsciencia
colectiva abusan descaradamente llamando a consultas plebiscitarias para
deslegitimar al gobierno, desnudándose en manifestaciones publicas,
agrediendo a los funcionarios de los cuerpos policiales, desviando las
manifestaciones de las rutas acordadas y hasta asesinando a ciudadanos
inocentes por el simple hecho de parecerles personas afectas al
gobierno.
En
este sentido vemos que los gobiernos de estos países que si son
verdaderamente represores, no tienen moral para calificar al gobierno
venezolano de represor y dictatorial, para decir que las manifestaciones
acá son reprimidas brutalmente cuando son los manifestantes los que
reprimen al común de la población, pues quien quiera saber de represión
que vea lo que ocurre en esos países europeos y en Estados Unidos.
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