El presidente carga contra el organismo por declarar que en Venezuela se ha violado el orden constitucional
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha cargado
contra la Organización de Estados Americanos (OEA) calificándola de un
“tribunal de la inquisición” que propinó “un golpe de Estado a la
vicepresidencia y a la presidencia del Consejo Permanente de la OEA”, en
respuesta a la decisión de esta instancia de declarar que se ha “violado el orden constitucional” en el país sudamericano.
El
gobernante intentó nuclear a los venezolanos con un discurso
nacionalista y de unidad que a ratos era conciliador. Instó a la
oposición a retomar el diálogo y dijo que para ello cuenta con el apoyo
de tres presidentes iberoamericanos: José Luis Rodríguez Zapatero (España),
Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana),
quienes moderaron las conversaciones que se produjeron entre octubre y
diciembre. Pero no luce fácil que la Mesa de la Unidad Democrática
vuelva a aceptar ese ofrecimiento ante los pésimos resultados que dejó
el acercamiento para sus intereses.
Maduro ha asegurado que muchos Gobiernos de la región, a instancias de Estados Unidos, están siendo presionados para que rompan relaciones con Venezuela.
“Por eso han llamado a consultas a sus embajadores”, afirmó. Pero
también agradeció a las naciones que han mostrado un apoyo a Venezuela
en lo que catalogó “como un asedio en contra del país por parte de la
OEA”.
Los comentarios del gobernante venezolano, efectuados en
medio de un Consejo de Ministros televisado a todo el país, se sumaron
al comunicado enviado por la Cancillería la tarde del lunes para
denunciar que un grupo de Gobiernos de la región ha impuesto en la OEA una agenda ilícita,
“lo cual constituye una grave alteración del orden institucional del
organismo, que subvierte sus normas y trasgrede gravemente los
principios y propósitos consagrados en su Carta Fundacional”.
“Denunciamos categóricamente estas acciones porque son una
flagrante agresión a la institucionalidad de la organización y
significan la regresión oscura del pasado intervencionista. Esta patria
sagrada, soberana, libre e independiente jamás se doblegará ante los
poderes imperiales y sus cipayos”, agregaron.
Maduro ha aprovechado también para decretar Lunes, Martes y
Miércoles Santos como días feriados para los trabajadores de la
Administración pública. La medida luce como un modo de aprovechar el
asueto de Semana Santa para desactivar la presión de las protestas
convocadas por la oposición, e intentar que se olvide el rechazo
mundial a la disolución del Parlamento, parcialmente reversada el
viernes por el Tribunal Supremo de Justicia.
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