De familia ganadera en la Cordillera Central, tumbaba pinos para producir pasto.
Los pinos estorbaban para la ganadería.
Cuando llegaron los planes de manejo ambiental, Ariel Abréu se enamoró de la idea de convertir la finca ganadera de la familia en una finca maderable. "Yo que sí, papá que no, ya usted sabe".
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La gente le decía (a su padre) que (su hijo) se estaba volviendo loco: ¿A quién se le ocurre -decían- sembrar palos a esperar que crezcan y vivir de eso?
Ariel creyó, se arriesgó y no se arrepiente.
Su finca es un modelo de manejo ambiental.
Los arroyos dentro de la finca que estaban secos, hoy les sobra agua, alimentan Río Grande y una pequeña hidroeléctrica comunitaria.
#SalvemosElAguaEnRD
#Reforestemos Quisqueya
2017 Año del Desarrollo Agroforestal
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