La nueva medida está destinada a prevenir la migración "desordenada e ilegal" con el esfuerzo mutuo de EE.UU. y Australia.
En una conversación telefónica con el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha expresado su disposición a aplicar el acuerdo sobre refugiados que su predecesor, Barack Obama, firmó con Canberra, informa la agencia Reuters.
"El
presidente ha confirmado que su Administración seguirá cumpliendo con
el acuerdo sobre el movimiento de refugiados firmado por los dos
Gobiernos en 2016. Ambos líderes expresaron su interés mutuo en prevenir la migración desordenada e ilegal", dijo un representante del servicio de prensa del Gobierno de Australia.
Según el acuerdo, EE.UU. debe acoger a varios cientos de refugiados ilegales de los campamentos instalados por Australia en la isla de Manus (Papúa Nueva Guinea) y en el Estado insular de Nauru. La mayoría de los refugiados en esos campos proceden de Oriente Medio.
Australia,
por su parte, expresó su disposición a participar en el programa
internacional liderado por EE.UU. que controla el movimiento de refugiados de América Central
(desde campamentos en Costa Rica). El jefe del Gobierno de Australia,
por su parte, ha indicado en repetidas ocasiones que "no se trata del
intercambio de personas".
Bloqueo migratorio antimusulmán

Entre las medidas para reducir el flujo de inmigrantes y refugiados, el decreto firmado por Trump establece que:
- A partir del 27 de enero y durante 120 días queda suspendido el programa de admisión de todos los refugiados;
- La entrada de refugiados sirios queda suspendida indefinidamente;
- Durante 90 días quedará suspendida la entrada de personas provenientes de siete países con mayoría musulmana: Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen.
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