Nunca he dado mi firma a nadie que me la ha requerido para
“legalizar” algún partido político. Nunca he firmado documentos de
“apoyo” a supuestas causas sociales.
Tampoco he suscrito las denominadas “proclamas” en apoyo a ninguna
agrupación o persona individual. Muchos amigos, e incluso parientes, en
estos días me han querido motivar a firmar el denominado libro verde.
Tampoco he accedido. No porque la causa no lo amerite. Claro que
quiero que se castigue la impunidad y los corruptos paguen por sus
acciones. Sin embargo me cuido de no ser llevado “como becerro al
matadero” por quienes usan este tipo de acciones para su provecho.
Ayer, un diálogo “casual”, que no me propuse escuchar, me convenció
de que tengo razón en no acceder a estampar mi firma en ningún libro ni
documento que otros motiven.
Escuché, repito, sin proponérmelo, un diálogo de tres destacadas
figuras de las que IMPULSAN el movimiento contra la impunidad que me
convenció de que no se puede confiar en NADIE para darle la firma como
un cheque en blanco.
Según estos tres nuevos “líderes”, definidos como “independientes”
políticamente, tras el éxito de la campaña que llevan a cabo, vendrá lo
más “importante”.
Según ellos con esas firmas se “demostrará” que la mayoría de los
dominicanos, “se hartó del PLD, y Danilo tendrá que irse antes del 20”.
En su diálogo decían que con esas miles de firmas, con cédula y todo,
nadie dudará de ese pedido, porque todos quedarán convencidos de que
nadie aguanta más la corrupción.
Decía
uno de ellos que, después de esto, vendrá la verdadera lucha y habrá
que escuchar el pedido de REFERÉNDUM que se exigirá con esas firmas.
¿Ven por qué no firmo para ningún fin? Mi sorpresa fue grande al
escuchar esta trama, casi intervengo para echarle en cara su
irresponsabilidad y su falsía.
Quería decirle que así no se engaña a una ciudadanía inocente que
confiando en sus “nuevos líderes” den su firma para rechazar la
corrupción y pedir castigo a la impunidad, para luego utilizarla con
otros fines.
Es una trama macabra la de algunos de los auspiciadores del
movimiento verde, no así de la mayoría de quienes han ido inocentemente a
rubricar esos libros.
Me siento satisfecho de no haber caído, como en principio estuve a punto de hacerlo en esa encerrona.
Escuchando la conversación de esos tres oportunistas, le di más
crédito a las revelaciones hechas por Julio Martínez Pozo en el Sol de
la Mañana. Él ha desnudado al principal dirigente del denominado
movimiento Somos Pueblo, con pruebas contundentes, que lo desenmascaran y
presentan el lado oscuro que muchos desconocíamos.
Me aplaudo por mantener mi postura de NO FACILITAR mi firma a
quienes, por causas justas, la requieren en ocasiones, pero que pueden,
en un momento, utilizarla en otras direcciones. Por eso no firmo.
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