La Junta Central Electoral (JCE) ha comenzado
enviando una señal ominosa sobre un reordenamiento medalaganario de las
casillas electorales -aplicando un absurdo redondeo del voto-, con una
consecuente distribución de los fondos de financiamiento de los partidos
políticos.
Según esa lógica absurda, la población electoral dominicana excedería los 16 millones de votantes cuando se suman indistintamente los niveles presidencial, congresual y municipal de todos los partidos que concurrieron a las elecciones del pasado 15 de mayo.
Es una pena que en su primera resolución en procura de reordenar el partidismo dominicano, la JCE comience cometiendo semejante error... No sólo porque esa medida tendrá que terminar siendo anulada por el Tribunal Constitucional en atención a lo que dispone la ley, sino porque este traspié drena su credibilidad.
Sobre todo por una sospecha de origen -que particularmente creo injustificada y caprichosa-, que siempre ha situado al presidente de la Junta Central Electoral, Julio César Castaños, en las simpatías de la formación política que termina favorecida con una medida inexplicable que definitivamente no contó con el apoyo de los cinco miembros del Pleno.
El redondeo del voto electoral fue siempre una aspiración del lado más oscuro del Partido Reformista desde las elecciones de 2008 cuando quedó por debajo del cinco por ciento que lo dejó fuera del gran reparto de los fondos de financiamiento. Aquella vez el redondeo lo habría llevado a obtener esa votación, pero su reclamo fue rechazado de plano en atención a la ley.
...Sospecha legítima
Ahora los reformistas de Quique Antún y Rogelio Genao habían solicitado el mismo redondeo para tratar de superar al PRD y ocupar la casilla número tres de la boleta con la sumatoria indistinta de sus votos en el nivel presidencial, en el nivel congresual y en el nivel municipal...
Según esa lógica absurda, la población electoral dominicana excedería los 16 millones de votantes cuando se suman indistintamente los niveles presidencial, congresual y municipal de todos los partidos que concurrieron a las elecciones del pasado 15 de mayo.
Es una pena que en su primera resolución en procura de reordenar el partidismo dominicano, la JCE comience cometiendo semejante error... No sólo porque esa medida tendrá que terminar siendo anulada por el Tribunal Constitucional en atención a lo que dispone la ley, sino porque este traspié drena su credibilidad.
Sobre todo por una sospecha de origen -que particularmente creo injustificada y caprichosa-, que siempre ha situado al presidente de la Junta Central Electoral, Julio César Castaños, en las simpatías de la formación política que termina favorecida con una medida inexplicable que definitivamente no contó con el apoyo de los cinco miembros del Pleno.
El redondeo del voto electoral fue siempre una aspiración del lado más oscuro del Partido Reformista desde las elecciones de 2008 cuando quedó por debajo del cinco por ciento que lo dejó fuera del gran reparto de los fondos de financiamiento. Aquella vez el redondeo lo habría llevado a obtener esa votación, pero su reclamo fue rechazado de plano en atención a la ley.
...Sospecha legítima
Ahora los reformistas de Quique Antún y Rogelio Genao habían solicitado el mismo redondeo para tratar de superar al PRD y ocupar la casilla número tres de la boleta con la sumatoria indistinta de sus votos en el nivel presidencial, en el nivel congresual y en el nivel municipal...
...
Lo cual constituye una aberración porque la sumatoria de todos esos
votos en todos los partidos suman 16 millones de electores, una vez y
media la población dominicana y casi tres veces el universo de la
población electoral bajo registro.
Que la JCE haya accedido a esa solicitud marca una clara tendencia de
la mayoría de sus miembros contra el Partido Revolucionario Dominicano
al que corresponde legítimamente la casilla número tres y de la que ha
sido literalmente despojado porque, además, la nueva resolución deroga
una anterior que establecía la posición de los partidos en atención al
número de votos obtenidos en el nivel presidencial, como ha sido
siempre. Y en esa resolución, al PRD se le asignó la casilla tres.
En el tramo presidencial, el PRD obtuvo 5.86 por ciento, mientras el Reformista alcanzó el 5.42.
Pero el PRD más que duplica al PRSC en número de alcaldes, lo
triplica en número de regidores en todo el país y lo cuadruplica en
número de encargados de distritos municipales. En el plano congresual,
el PRD tiene tres veces más diputados que el Reformista y tiene un
senador, Félix Vásquez, de Cotuí, igual que los reformistas que tienen a
José Hazim, de San Pedro.
... Aberración mayor
Observen los cotejos de votos absurdos y las sumatorias de los tres
niveles de sufragio sólo en los cuatro principales partidos, de 26 que
participaron en las pasadas elecciones: Al PLD le asigna 5 millones 758
mil 12 votos; al PRM, 3 millones, 246 mil 765 votos; al PRSC,1 millón,
206 mil 179 votos, y al PRD, 969 mil 149 votos... La sumatoria de todo
eso da 11 millones 180 mil 105 votos. A los restantes 22 partidos les
hacen similar sumatoria, por lo que la votación del pasado 15 de mayo
llega a los 16 millones de sufragios... ¿Podrá el Tribunal
Constitucional aceptar semejante ignominia...?
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