Trato deshumanizado

Desde que la atención médica es más negocio que servicio, la búsqueda de curación a malestares, enfermedades o emergencias en los centros hospitalarios se convierte por lo general en el peor de los vía crucis para los pacientes.

Si son pobres, mucho más, porque no solo sufren desprecio, sino displicencia, en muchos casos, para recibir las atenciones.

Si no tienen seguro de salud, corren el riesgo de ser “rebotados” como una pelota de pingpong de hospital a hospital, de clínica a clínica, hasta que alguien se apiade de sus penurias y sufrimientos, si es que no se muere en el camino.

El trato deshumanizado en algunos servicios de salud es una realidad que admite hasta el propio director del Servicio Nacional de Salud (SNS) y que ayer la ha deplorado el arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria.

El director del SNS, Nelson Rodríguez Monegro, ha constatado estas desagradables experiencias de maltrato entre porteros, mayordomos y otros miembros del personal de los hospitales y por eso ha propuesto invertir más recursos para educarlos en una atención más humana y solidaria.

Mucha falta hace que, en medio del proceso de modernización o remodelación de hospitales y de mejoramiento de los equipos y los protocolos de atención a las enfermedades más comunes o las más delicadas, se haga el esfuerzo por tratar a los pacientes como personas, no como escorias.

Debe de mejorarse el sistema de citas y las condiciones de salas de espera, las de exámenes y las de internamiento para que los hospitales asuman la prestación de los servicios de salud no en el plano de la rentabilidad o el benefi cio económico, sino como un deber ineludible ante el dolor y el sufrimiento del prójimo.

Tomado del editorial de 

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