COMO EN BOTICA.- En la elección
del secretario general de la Liga Municipal Dominicana hubo de todo como
en botica. El PRD de Miguel Vargas, para sorpresa, se mantuvo a una, y
aunque no se sabe quién patrocina a los alcaldes, sí puede decirse que
votaron en bloque por el candidato de su partido. En ese punto Neney
Cabrera no puede quejarse. No logró el cargo, pero sí un buen
posicionamiento entre sus compañeros. Tal vez el municipio no sea su
objetivo político final, pero sí las dan maduras, hay que tomarlas
maduras.
Nunca será fácil enfrentar al Gobierno, y mucho menos para los perredeístas que lo tienen como único refugio. ¿Hubo o no hubo tentación? Se hace cuesta arriba pensar que no, pues esa cuestión tiene doble pespunte. Existe el mercado, y al que no sonsacan, se ofrece. Viendo el resultado, se tiene claro que Johnny Jones o sus promotores del oficialismo no estuvieron en ningún momento en situación precaria, y que no hubo necesidad de usar malas artes, ya que las buenas artes determinaron por si solas. Que otra cosa hubiera sido si el PLD, faltando a su compromiso, hubiese permitido que sus alcaldes se disgregaran…
AFRENTA Y UNIDAD.- Interesante la situación. El PLD, al igual que el PRD, se mantuvo unido, o votó unido, sin que influyeran las adhesiones de grupo o aspiraciones propias. Comentaba Neney Cabrera que su triunfo estuvo seguro hasta que llegó Reinaldo Pared con las instrucciones finales. En una reunión que se habría dado entre el secretario general del PLD y la delegación del PRD, Pared fue claro, contundente: Danilo Medina vencía al PRD. Obsérvese bien. No el PLD vence al PRD. No Johnny Jones le gana a Neney Cabrera. No. Danilo Medina vence al PRD. Para que no hubiera ninguna duda. De ahí que algunos dirigentes, con poca inteligencia emocional, hablaran de independencia. Esto es, del PRD romper con el Gobierno, considerando la derrota de Cabrera como un agravio al partido blanco. Supongo que fue una reacción de momento, propia de perredeístas que no miden sus palabras, o no se dieron cuenta de que estaban en cancha ajena. Los mesurados, de seguro, repartieron botellitas de agua refrigerada, y no solo para calmar la sed, o para que se tomaran la pastilla, sino para que se enfriaran…
LAS VAINAS, VAINAS SON.- Como el juego es político, es posible que muchas cosas no se vean. Por ejemplo. Como el PRD desactiva la bomba de relojería antes que estalle y cree situaciones inmanejables. Las relaciones con el Gobierno son sagradas y no pueden echarse a tierra a causa de un primer contratiempo, y más que contratiempo, capricho. Dicen que cinco o seis embajadas resuelven el problema, y que solo basta con que el presidente Danilo Medina se quite el yeso, libere el brazo, mueva la mano y firme decretos que hace mucho están hechos. Taiwán, Panamá, Boston… Que los perredeístas no entienden por qué el presidente Medina es tan generoso, o pronto, con los reformistas, y no igual o parecido con el “aliado de lujo”. Los perredeístas debieran poner el oído en el corazón de los peledeístas, y sabrían la razón. Los peledeístas no ocultan sus sentimientos. Dicen que a los perredeístas se les dio mucho, y que ya basta. Con todo y todo lo que se dice, los reformistas estratégicamente importan más que los perredeístas…
Nunca será fácil enfrentar al Gobierno, y mucho menos para los perredeístas que lo tienen como único refugio. ¿Hubo o no hubo tentación? Se hace cuesta arriba pensar que no, pues esa cuestión tiene doble pespunte. Existe el mercado, y al que no sonsacan, se ofrece. Viendo el resultado, se tiene claro que Johnny Jones o sus promotores del oficialismo no estuvieron en ningún momento en situación precaria, y que no hubo necesidad de usar malas artes, ya que las buenas artes determinaron por si solas. Que otra cosa hubiera sido si el PLD, faltando a su compromiso, hubiese permitido que sus alcaldes se disgregaran…
AFRENTA Y UNIDAD.- Interesante la situación. El PLD, al igual que el PRD, se mantuvo unido, o votó unido, sin que influyeran las adhesiones de grupo o aspiraciones propias. Comentaba Neney Cabrera que su triunfo estuvo seguro hasta que llegó Reinaldo Pared con las instrucciones finales. En una reunión que se habría dado entre el secretario general del PLD y la delegación del PRD, Pared fue claro, contundente: Danilo Medina vencía al PRD. Obsérvese bien. No el PLD vence al PRD. No Johnny Jones le gana a Neney Cabrera. No. Danilo Medina vence al PRD. Para que no hubiera ninguna duda. De ahí que algunos dirigentes, con poca inteligencia emocional, hablaran de independencia. Esto es, del PRD romper con el Gobierno, considerando la derrota de Cabrera como un agravio al partido blanco. Supongo que fue una reacción de momento, propia de perredeístas que no miden sus palabras, o no se dieron cuenta de que estaban en cancha ajena. Los mesurados, de seguro, repartieron botellitas de agua refrigerada, y no solo para calmar la sed, o para que se tomaran la pastilla, sino para que se enfriaran…
LAS VAINAS, VAINAS SON.- Como el juego es político, es posible que muchas cosas no se vean. Por ejemplo. Como el PRD desactiva la bomba de relojería antes que estalle y cree situaciones inmanejables. Las relaciones con el Gobierno son sagradas y no pueden echarse a tierra a causa de un primer contratiempo, y más que contratiempo, capricho. Dicen que cinco o seis embajadas resuelven el problema, y que solo basta con que el presidente Danilo Medina se quite el yeso, libere el brazo, mueva la mano y firme decretos que hace mucho están hechos. Taiwán, Panamá, Boston… Que los perredeístas no entienden por qué el presidente Medina es tan generoso, o pronto, con los reformistas, y no igual o parecido con el “aliado de lujo”. Los perredeístas debieran poner el oído en el corazón de los peledeístas, y sabrían la razón. Los peledeístas no ocultan sus sentimientos. Dicen que a los perredeístas se les dio mucho, y que ya basta. Con todo y todo lo que se dice, los reformistas estratégicamente importan más que los perredeístas…
¿21 DE 23?.- El PRM es otro caso. Los peledeístas
entre sí verán cómo arreglan su carga, puesto que todavía queda camino y
no todos son tan mansos como Ignacio Ditrén. Lo mismo el Gobierno
buscará la manera de pasar la mano a los perredeístas, que con
cascarones no compensan, y no hay liderazgo en el poder que se mantenga
si no reparte. En el caso del PRD manteca, y la carne es tan magra que
no suelta menos aceite que un ladrillo. Ahora ¿qué hará el PRM, quizás
el mayor perdedor en la elección del secretario general de la Liga
Municipal Dominicana? 21 de 23 alcaldes votaron por Johnny Jones. Y ese
no es el problema, porque los alcaldes tenían derecho a votar, y de
hacerlo, por el candidato de sus simpatías. El problema es que el PRM
tomó la decisión, e hizo público un documento, de que sus alcaldes no
votaran por candidatos del PLD o de sus aliados. Ni Ignacio Ditrén, ni
Johnny Jones, ni Neney Cabrera. ¿Qué pasó, pues? Esos alcaldes de
Moderno que apoyaron la elección de Johnny Jones ¿responden a Hipólito
Mejía o a Luis Abinader?...
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