De “acto intencionado” a “supuesto atentado terrorista”. La
policía alemana cada vez tiene menos dudas sobre las razones de la
masacre perpetrada anoche con un camión en un mercado navideño del
centro de Berlín. El vehículo embistió contra la multitud matando a doce
personas e hiriendo a medio centenar. El estado de varios de los
heridos es grave.
El cadáver del conductor oficial del camión, de
nacionalidad polaca, fue hallado muerto en su interior. Se cree que al
volante estaba un ciudadano afgano que fue detenido minutos después
cerca del lugar. Según parece, llegó a Alemania el pasado mes de febrero
como peticionario de asilo.
Lo ocurrido trae a la memoria el atentado que sufrió la
ciudad francesa de Niza el pasado catorce de julio, día de la Fiesta
Nacional en Francia, una acción que se atribuyó el Dáesh.
Ese mismo mes, Alemania sufrió dos ataques yihadistas en
los que murieron los dos terroristas y una veintena de personas
resultaron heridas.
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