COMO DOMINICANOS.- Nadie entiende, aunque se respeta
el derecho, que los senadores responsables de seleccionar a los miembros
de la Junta Central Electoral, sean más dominicanos de la cuenta,
dejando para última hora lo que pudieron hacer más temprano.
Esto es, la entrega del resultado de su trabajo. ¿Por qué miércoles 9
y no miércoles 2, si no tenían previsto evaluar a más nadie? Ojalá que
no pidan prórroga como todo el que se atrasa con el marbete. Dejar el
asunto sobre la mesa no sirvió más que para confirmar lo que ya se
sabía. Tenían en sus manos el bate, el guante y la pelota, pero no eran
dueños del juego.
Se dejaron coger la seña, ver el lanzamiento, y como
es lógico, nada de sorpresa. Con las ternas se reveló el misterio, y el
suspenso quedó a un lado, pues en un país en que compiten enterados e
interesados, todas las habladurías van a la calle. Incluso como los
peces que saltan del agua, boquean un rato y fallecen en tierra. La idea
de otro examen, ya de repaso, no era mala, si además había que informar
a los elegidos, y por igual buscar el consentimiento de los que no se
registraron ni acudieron a las citas previas por voluntad propia.
Cuestión de protocolo…
CAMBIO DE CASA.- Aunque resulta interesante saber
que la ansiedad y el nerviosismo cambiaron de casa. Con tan pocos
nombres andando por las calles o mencionándose en las tertulias de café o
en los bares de alcurnia, los aludidos consumen sus esperanzas
creyéndolas inútiles.
–“¿Te visitaron? --No– ¿Y a ti? --Tampoco”. Los comisionados ni salen
ni llegan, y parece más fácil avistar un ovni que a uno de los
senadores encargados. Las aguas subterráneas son las que llevan agua al
pozo, y dicen que el pozo está lleno. Los partidos de oposición siguen
moviéndose, pero eso es propio y natural. Incluso en fiestas y
jolgorios. En Jarabacoa se vio algunos de sombrero y bluyin el pasado
fin de semana, de manera que angustias al parecer no tienen, a menos que
El Mariachi de Genao les haya contagiado el ánimo de los mexicanos de
cantar sus penas y llorar sus alegrías. Lo que motiva ahora, si es que
de verdad lo de JCE está resuelto, es el Tribunal Superior Electoral…
AGRIPINO AL MEDIO.- Las nuevas diligencias, poniendo
a Agripino Núñez al medio, tienen por finalidad el Tribunal Superior
Electoral, y como se supone que Gustavo Montalvo solucionó lo de la
Junta Central Electoral, nada --que se quiera-- puede buscarse en otro
lugar que no sea el Palacio Nacional. Quique Antún hace la movida, y los
empresarios se sonríen, y no dicen nada, sabiendo que fue de ellos la
idea de involucrar al presidente Danilo Medina, ya no como interlocutor,
pero sí como árbitro. Si la cosa salió bien por ahí, que siga saliendo.
Además de que dio mala espina lo del senador José Paliza y la
representación en el Consejo Nacional de la Magistratura. Nada de
triunfo como se proclama. Fue el mismo Senado que cuestionó o puso en
duda su nominación, que finalmente lo aprobó.
Una maniobra injustificable, pero explicable al vuelo. Los senadores
del PLD quisieron que su colega del PRM supiera, por si se le había
olvidado, cual de los bandos es que corta el bacalao. Lo fastidiaron
dizque por “pepillito”…
CON MARIANO.- No se mencionan nombres de potenciales
candidatos al Tribunal Superior Electoral, y lo que se sabe es de uno
de sus jueces que quiere cambiar de lugar y categoría. Ir a la Junta
Central Electoral y ocupar la presidencia. Aunque también existe prisa y
se cumple el plazo. La diferencia, si es que la hay, estaría en los
personajes, en los protagonistas. No se le tiene tantas ganas a Mariano
Rodríguez como a Roberto Rosario, y el bajo perfil a veces reditúa, y
hasta provoca penas. No es raro oír “ Mariano es un infeliz ”, incluso
entre políticos, y en referencia a Mariano el del TSE, que el de la
Suprema Corte de Justicia aparenta manso, pero tiene garras. Además de
que el TSE y la JCE tienen matrices distintas, y todavía no se convoca
al Consejo Nacional de la Magistratura, facultad que corresponde al
presidente de la República. De esa, por lo visto, no se podrá zafar. ¿
Negociará políticamente afuera el jefe del Estado sabiendo que adentro,
en circunstancia de tranque, su voto será decisivo ? Esa es la razón de
que no se quiera el barco suelto en el puerto, sin ancla y sin amarre…
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