LOS HUMORES.- Nadie se atrevería a apostar en la
Lotto Tucano, pues el dominicano es bueno en batahola, pero no en
resultado. Ahora se habla del soborno y de los implicados, y no de los
aviones; del mismo modo que en su momento todo era devoción por las
naves y poco interés por la operación, o los posibles ilícitos. Los
Tucano parece que no hacen el trabajo, pues el embajador norteamericano
dijo que este país sirve de puente al tráfico de drogas. Triple timo,
pues. Se vendió más caro, se vendió con trampa y se vendió lo inútil.
¿Dónde están los compadres que entonces defendieron el negocio y ahora
no dan la cara? Dígase lo que se diga la transacción se hizo delante de
todos. No fue el acostumbrado palo acechado, ni la decisión de una sola
persona. Hubo tiempo, espacio y oportunidad para discutir el caso, ya
que si no era en una instancia, podía ser en la otra, y corregirse lo
malo que hipócritamente en la actualidad se lamenta. La compra era un
designio de seguridad nacional, y quien osare oponerse, se hacía reo de
todas las sospechas. La peor de todas: estar ligado al narcotráfico y no
querer que República Dominicana se pusiera en condiciones de enfrentar y
vencer tan terrible flagelo...
SIN ELLOS NADA.- Nadie recuerda, pero los que
mencionaron la soga en la casa del ahorcado fueron los mismos que se la
pusieron al cuello. Esa cogioca memorable pudo haber quedado como hazaña
íntima si los norteamericanos no protestan y los brasileños se ocupan
de hacer las indagatorias. En principio, debe decirse, pues sin los
sometimientos y juzgamientos en tribunales en Estados Unidos, las
averiguaciones no salen a camino. Ahora aparecen otros expertos, e igual
que lo de antes, con suficiencia extrema. Si fallaron los unos, no me
extrañaría que fallaran los otros. Era fácil suponer que un negocio de
tantos millones, y en dólares, no podía darse buenamente. Que hay
prácticas que son comunes y universales a este tipo de operación, y que
brasileños y dominicanos no iban a ser la excepción. No se pensó en
comisión, ni en sobreprecio, y ni siquiera en la propina a los
camareros. Así que el hecho fue grave, sigue siendo grave, pero que
nadie venga ahora a rasgarse las vestiduras, ni a presionar
indebidamente. El Procurador juró cumplir y hacer cumplir las leyes, y
sus faltas le serán tomadas en cuenta...
LOS RECESOS.- La opinión pública es el mejor
instrumento de gobierno o de gobernabilidad, pues siempre tiene un break
a mano para que se olvide un tema y se tome otro. Ahora se tiene
Tucano, y se supondría un acoso a las autoridades correspondientes, pero
igual al gobierno en sentido general. Sin embargo, lo de la Junta
Central Electoral debe estar a punto de mate, pues el plazo es el plazo,
y el oficialismo lo tiene como un elemento a su favor. ¿Qué hará la
oposición, seguir en Junta o agarrar Tucano? La gran cuestión. Podría
asumir Tucano, pero la Junta es inminente. Cosas de días. Además, hay
otro aspecto a considerar. Cual que fuere el resultado de Tucano, no
serviría a fines inmediatos. El deterioro del gobierno, y mucho menos en
el plano moral, no aprovecha políticamente. Sería en ocasión de las
elecciones del 2020, pues se volvería al tema de los plazos. Sería
parte de un archivo de corrupción que ya se utilizó en los pasados
comicios, pero que en la próxima consulta sería más grueso...
LA ESTRATEGIA.- A lo que voy es a lo siguiente. Es
una filosofía de gobierno que los dominicanos conocen que puede
convertirse en estrategia de comunicación. Al Joaquín Balaguer zorro
político se le atribuye haber dicho que la noticia de hoy sustituye la
de ayer y que la de hoy muere en las manos de la de mañana. Algo más o
menos bíblico. El cada día tiene su afán. El gobierno puede manipular, y
al parecer tiene talento para hacerlo. Preguntarse qué le afecta más,
si la conformación de la Junta Central Electoral o el malhadado proceso
Tucano, y decidir y actuar en consecuencia. Aunque se crea, no pueden ir
de la mano o sobrevivir un tema al otro. O Junta o Tucano. Además,
estos días se preñan de acontecimientos, y no se hace fácil discernir.
Lo Tucano cae de Brasil o Estados Unidos, y lo de la Junta es parto
demasiado pujado, incluso el capricho obliga al uso del fórceps. Los
partidos de oposición entienden que la clave está en el organismo de
elecciones, y podrían estar equivocados. El problema no fue de Junta,
sino de votos. En el 2020 podrían tener los órganos a su favor, pero
sería de uno, y sin votos se denunciarían unos a otros...
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