[Historia chiquita] No hay llanto. El río Yuna, en sus bajos, ya no
inunda. Por décadas lo hizo provocando desvelos, rabia y pérdidas.
300 mil tareas productivas ahora están protegidas. Seguridad para los productores de arroz y ganaderos.
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Como ocurre muchas veces, bastó escuchar a la gente, a los habitantes
del Bajo Yuna. Ellos sabían la solución, sólo que no tenían los medios.
DICOM Factoría
Producción y relato: Jesús Sosa
Edición: Chianela Martínez
Cámara: Giovanni Alvarado
Fotografía: José Luis Torres y José Ramón Cuevas
Banner: Raúl Hernández
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