¿Qué bienes escasean en Venezuela? ¿Por qué? ¿Qué ha hecho el Gobierno
de Nicolás Maduro? ¿Cuál es el papel de la industria? ¿Qué intereses hay
detrás?, son algunas de las preguntas a las que da respuesta esta carta
escrita por una educadora venezolana de las "Hermanas del Sagrado
Corazón".
“Es una dictadura financiera la que vivimos, es un golpe industrial que
sostenidamente no produce suficiente porque no quiere”, dice Jacquelyn
Jiménez, educadora venezolana de las “Hermanas del Sagrado Corazón”, en
esta carta que relata de forma testimonial la situación que se vive en
este país latinoamericano. La carta fue publicada en mayo y la mostramos
íntegramente a continuación.
"OTRA MIRADA"
Por Jacquelin Jiménez
"No hacen falta alas para hacer un sueño,
basta con las manos, basta con el pecho,
basta con las piernas y con el empeño."
Canción de Silvio Rodríguez
"En
los últimos días, varias compañeras y compañeros latinoamericanos me
han llamado para enterarse de nuestra situación, preocupados por las
informaciones que les llegan sobre la falta de alimentos en el país.
Hasta la coordinación general de esta pequeña Sociedad internacional a
la que pertenezco nos hizo una llamada telefónica desde Roma. ¡Señal de
que las noticias deben ser alarmantes! Por esas razones hago un relato
general que diga desde mí, desde nuestros colectivos de trabajo, de
militancia, reflexiones y amores, cuál es nuestra situación.
Confirmamos
la falta de algunos insumos regulares que se convierten cotidianamente
en la base de nuestra alimentación. Es decir, escasea el arroz, se
complica conseguir un litro de aceite, la pasta aparece con mayor
regularidad; y el azúcar ya olvidé cuándo fue la última vez que la
compré en una tienda, pero en nuestra casa no ha faltado nunca. Haga
usted un ejercicio de imaginación de cómo se puede tener un insumo-
innecesario para la salud pero básico en algunos alimentos- con una red
de relaciones cercanas o lejanas, o con dinero circulante…
Hago un relato general que diga desde mí, desde nuestros colectivos de trabajo, de militancia, reflexiones y amores, cuál es nuestra situación
Falta
harina de maíz en las tiendas pero no ha disminuido la venta de arepas y
empanadas en las calles. Falta en las tiendas la harina de trigo, por
lo que falta el pan en las panaderías pero ninguna Panadería de nuestros
barrios ha cerrado ni ha dejado de vender pan dulce, tortas y
galletitas a muy altos precios, porque el pan que falta es el pan salado
que está regulado a 50 bolívares y cuando se consigue está en 150, 200 o
350bs. ¿Y la regulación de precios? ¡Es que no hay harina de trigo!
Sin
embargo, no faltan vegetales en todo su esplendor y variedad, ni falta
ningún tipo de proteínas en sus distintas versiones de aves, carnes, y
pescados a un precio diez veces mayor a lo que se podía comprar hace un
año. Lo mismo pasa con el fresco queso, el jamón y demás variedades de
embutidos que no han faltado nunca, claro a MUY altos costos…. ¿Y la
regulación de precios? Fallo gubernamental o imposibilidad de sancionar
porque quien hizo la ley, hizo la trampa.
Están desaparecidas las medicinas esenciales para mantener cualquier tratamiento regular de presión, circulación o cancerígeno.
Es mucho lo que se tiene que preguntar, negociar o buscar para lograr cualquier medicina esencial.
Los
insumos de limpieza casera o aseo personal se han encarecido el mil por
ciento en comparación al año pasado. Y el adorable café impagable si se
consigue. 250g contrabandeado en 800bs, casi dos dólares a precio
oficial, o menos de un dólar en el mercado paralelo. ¿Cuánto cuestan
250g de café en cualquier parte del mundo?
Es mucho lo que se tiene que preguntar, negociar o buscar para lograr cualquier medicina esencial.
La
leche en polvo está desaparecida y la leche líquida o alguna versión
parecida aparecen al costo de 500bs, cuando hace un año no pasaba de
25bs. Un dólar a precio oficial hace un año era 10bs, hoy 420. Y la
venta paralela que eleva nuestros niveles de costo de cualquier producto
es de 1000bs. Para intuir la complejidad de lo que pasa en este gran
país nuestro, hay que saber esos mínimos datos de mercado.
El
sistema financiero ha buscado todas las formas de saltarse el control
cambiario de divisas que hemos tenido por 15 años, y el control de
precios de alimentos básicos. La industria encontró las grietas de estos
controles por los cuales hemos podido todos los venezolanos tener
acceso a alimentación regulada, y por supuesto, estabilidad emocional de
mantener una familia e invertir ingresos en recreación, arte o
vacaciones.
El sistema financiero ha buscado todas las formas de saltarse el control cambiario de divisas que hemos tenido por 15 años y el control de precios de alimentos básicos
Hoy es un descontrol de
precios, de no producción, y acaparamiento de lo poco producido, para
"sacarlo" cuando al dueño de tienda le dé la gana.
¿Pobre
Venezuela, verdad? ¿Cómo es posible que pase esto en este país tan rico?
¿Qué hace el gobierno? "Ese Maduro es un inútil", dicen unos cuantos
pobladores y gobernantes de otros países que reclaman el respeto que no
dan.
Hasta Google nos dedicó una icónica foto, tomada en
Nueva York en el 2011, de una tienda con anaqueles vacíos que explicaba
por sí sola el desabastecimiento en Venezuela en el 2013, antes de
llegar a esta crisis.
Pobre, engañaron a Google? ¿O Google engañó al mundo entero? De que
existe la manipulación mediática existe. Google publicó la foto, no se
disculpa con este país por promover medias verdades y la vida sigue como
si nada...
Recordemos que hace 20 años todo eso que hoy
falta, estaba fácilmente en los anaqueles pero la mayoría de las y los
venezolanos NO lo podíamos comprar porque no teníamos el dinero ni la
seguridad laboral que hoy tenemos con futuro incierto.
Todo eso
que falta hoy en este maravilloso país no es producido por este
gobierno, ni por ningún gobierno de antes ni de los que vendrán después.
Es producido por una industria capitalista, burguesa, manipuladora en
sus precios y ganancias, empecinada en tumbar este gobierno
legítimamente elegido, con los métodos electorales reconocidos en el
mundo entero.
Recordemos que hace 20 años todo eso que hoy falta, estaba fácilmente en los anaqueles pero la mayoría de las y los venezolanos NO lo podíamos comprar
Hay gente
gobernando en algunos países del mundo que no han sido elegidos por sus
pueblos. No es nuestro caso. Y aunque no guste a algunos los resultados
de unas elecciones, ese es el resultado electoral. Si no nos gustan los
resultados cambiemos el mecanismo, las formas organizativas de elección,
cambiemos el sistema pero no injuriemos al elegido.
Se cuestiona
la gestión de Maduro, pero no se cuestiona la manipulación de la
industria, el acaparamiento de alimentos en grandes almacenes de esa
misma industria, la disminución en la producción para hastiar al grueso
pueblo que ha sostenido la dignidad de este gobierno.
Es una dictadura financiera la que vivimos, es un golpe industrial que sostenidamente no produce suficiente porque no quiere, porque su deseo es ver derrotados a las y los chavistas
NO
se cuestiona la dictadura financiera que nos somete a las y los
venezolanos a estar en las amenazas del hambre todos los días, en las
incertidumbres de las medicinas todos las semanas, en el desasosiego de
que llegue el día en que las seguridades salariales que nos dejó el
presidente Chávez ya no sean suficientes este mes para enfrentar al
monstruo empresarial.
Porque es una dictadura financiera la
que vivimos, es un golpe industrial que sostenidamente no produce
suficiente porque no quiere, porque su deseo es ver derrotados a las y
los chavistas que osamos creernos personas con futuro, porque les duele
que el gobierno haya producido educación, autoestima, sentido patrio,
sistemas de salud gratuitos, derechos laborales, salariales y sociales;
este gobierno produjo la mayor cantidad de dignidad y sentido de vida
para las mayorías pobres de este país, y eso no se olvida fácilmente.
¿Será por eso que hay más colas para comprar barato donde se pueda, que
protestas?.
Las empresas y las tiendas han preferido jugar
con nosotras y nosotros, producen la mitad para ponernos a pelear en la
búsqueda del insumo que algún otro se quedará sin él. En una cola de 300
personas venden obligadamente paquetes de pasta dental de seis
unidades, y cuando faltan 50 personas en la cola, dicen que se acabó el
dentífrico. Si se hubiera vendido un tubo de pasta por persona, más de
las 300 hubieran tenido. Pero no, es obligatorio comprar el paquete de
6… ¡se nos instiga a la pelea!
Las empresas y las tiendas han preferido jugar con nosotras y nosotros, producen la mitad para ponernos a pelear en la búsqueda del insumo
Buscan
matar los sentimientos de solidaridad, esperanza en el porvenir, y
construcción colectiva que estaban en flor en esta Matria-patria
nuestra.
Esa industria prefiere perder dinero con tal de
ganar otra vez el gobierno, y con ello sus privilegios de estar en
primera plana de periódico, volver a los teatros sin mezclarse con los
pobres, ir a restaurantes exclusivos sin tener cerca de su mesa a
cualquiera obrero o empleaducho porque su sueldo de obrero le daba para
pagar, por lo menos una vez al mes, el mismo restaurante que ese dueño
de empresa paga todos los días.
Lo poco que producen las empresas gubernamentales es lo que se vende a
bajo costo, con precios regulados por este gobierno desde hace cinco
años, y que la mayoría hoy hace grandes colas para acceder a ellos en
justicia y empecinada defensa de esos bajos precios, como una forma de
sostener este gobierno; al mismo tiempo también compramos a muy alto
costo las carnes, los productos de limpieza, y las verduras que
mágicamente suben cada día.
Se cambian nuestras rutinas
alimenticias, se come yuca en vez de arroz, aromáticas por café, y nos
tomamos con curiosidad recetas alternativas para hacer arepas de plátano
y hasta estamos sembrando en nuestros patios. Luces y sombras de
resistir en diversas visiones y opciones de mundo, la complejidad de la
vida misma, aquí o allá donde usted está leyendo.
Protestan por sus presos políticos que en verdad son políticos presos
Este
noble pueblo aún no se ha puesto en la calle a manifestar por la falta
de comida, todavía las grandes cadenas de información no tienen esa
noticia ¿Por qué será? Tampoco la oposición lo hace.
Protestan
por sus presos políticos que en verdad son políticos presos, se
concentran unos pocos por la búsqueda de amnistía, por salir de Maduro.
Pero
no generan una gran concentración, una marcha contundente para
protestar por la falta de alimentos e insumos médicos; todavía a la
oposición no se les ocurre aglutinar el sentimiento de cansancio de
ambas tendencias político partidistas ¿Por qué será? Debe ser que
todavía no es negocio…
Hay quienes no hemos dejado de comer en casa con la rutina de
siempre. Hay quienes ya resienten la falta de alimentos, el dolor de la
muerte ante la falta de un medicamento, el dinero disminuido a fin de
mes ¿Cómo valorar las mayorías y las minorías en las resistencias de
modelos políticos, unos enquistados usando su poderío histórico; otros
en alternativas y sin mayor experiencia de gobernar siendo señalados
para descartarlos del imaginario mundial?
No pudieron
tumbar al presidente Chávez las dos veces que pararon la industria en el
2002 y el 2003 porque el momento histórico de relaciones políticas y
gobiernos alternativos en América latina era otro, se vivía el mejor
tiempo de solidaridad e integración.
Doce años de estrechas
relaciones de intercambio comercial, de unión de fuerzas para
evidenciar que otras formas de negociación e intercambio comercial eran
posibles, más allá de los ámbitos mercantilistas y pagos de intereses.
Esas relaciones nos salvaron de un golpe de estado en aquel momento,
puede que a eso todavía le tema la oposición nuestra. Pero ya las
condiciones relacionales gubernamentales en América Latina son otras y
el golpe de estado puede venir.
El gobierno norteamericano
vaticina que Maduro no llega a diciembre. Ese gobierno norteamericano
que nos considera una amenaza, como si nuestro gobierno les hubiera
hecho daño, o hubiera dado muestras de invadir otros países como lo
hacen ellos.
En estos 17 años de esplendor latinoamericano,
las eternas élites que gobernaron nuestras tierras para enriquecerse y
dejar a los pobres en su lugar de pobres tuvieron el tiempo suficiente
para estudiar cada país, reorganizar sus fuerzas y arremeter hoy contra
nosotros sin medida ni compasión. No nos perdonan que hayamos intentado
querer tener nuestras propias formas de gobierno y nuestras propias
formas de decir y hacer desde América Latina, no desde la banca mundial
ni desde la concepción europea colonialista.
No nos perdonan que hayamos intentado querer tener nuestras propias formas de gobierno y nuestras propias formas de decir y hacer desde América Latina
Las dignas dinastías de
familias educadas en colegios y universidades católicas para gobernar
(no se dice para oprimir), han pasado mucho tiempo sin hacerlo; y es esa
casta política que hoy destituye a Dilma Rousseff acusada de una
corrupción no comprobada, pero es su palabra de mujer dirigente de un
partido de trabajadores contra la palabra poderosa de empresarios con
inmunidad parlamentaria.
No son los hechos los que más
hablan de nuestros gobiernos de izquierda: la seguridad social, la
estabilidad laboral, la educación en nuestros pueblos, sino los orígenes
de clase, etnia y género de presidentes como Dilma, Evo, Chávez, o
Maduro. Esos orígenes no son confiables para las familias de bien y
clásica democracia mundial heredada de conquistadores. Esa casta, ese
grupo acostumbrado al poder gubernamental no le ha podido ganar
elecciones al Partido de los Trabajadores de Brasil ni al Partido
Socialista de Venezuela de Venezuela, sólo el legítimo agotamiento en
una parte del chavismo ante esta situación nuestra, le dio un parlamento
opositor a Venezuela.
Esos grupos de poder, esas empresas, esos
intereses financieros han aprovechado la crisis mundial de la economía,
los errores de las dirigencias gubernamentales de la izquierda, el
hastío que produce la manipulación de información en las poblaciones, y
destruyen gobiernos legítimos.
Luego de los acontecimientos
en Brasil, es más cierta la probabilidad de golpe de estado en
Venezuela o destitución de Maduro por cualquier vía, hasta por el
democrático mecanismo del referéndum, habiendo agotado a este pueblo con
la falta de alimentos.
Esos grupos de poder, esas empresas, esos intereses financieros han aprovechado la crisis mundial de la economía
Antes
de morir el presidente Chávez teníamos la mayor sensación y acciones de
felicidad colectiva nunca antes vividas; nuestra tasa de desempleo hoy
se ubica en 6,7%; nuestros niñas y niños van diariamente a las escuelas
con morrales y útiles escolares dados por el Ministerio del Poder
Popular para la Educación, eso sigue sucediendo y no hay deserción
escolar hasta el Bachillerato, hay una deserción paulatina de 7,4 a 12 %
de total de las que ingresaron en el primer grado en los últimos tres
años.
El 83% de las personas de tercera edad en todo el
territorio nacional han sido incluidas en el sistema de pensiones del
Estado, lo que representa un total de 3.031.381 adultos mayores
pensionados, entre todas las religiosas del sagrado corazón de Venezuela
que tenemos la experiencia de vivir de nuestros sueldos remunerados, de
la seguridad social y pensiones.
Más que la falta de algunos
alimentos e insumos médicos y medicinas, nos preocupan la posibilidad
muy cierta de que el triunfo en Venezuela de la industria capitalista,
por cualquier medio, implique perder la mayor suma de seguridad social,
salarial y educativa que jamás tuvimos.
Nos vemos en el
porvenir ante el espejo de los despidos masivos del nuevo gobierno
argentino, y en la eliminación del Ministerio de la Cultura del nuevo
gobierno de Brasil que debería ser provisional y ya gobierna como
totalitario.
Nos preocupan la posibilidad muy cierta de que el triunfo en Venezuela de la industria capitalista implique perder la mayor suma de seguridad social, salarial y educativa que jamás tuvimos
Ante las
preocupaciones de las y los compañeros del mundo entero, les decimos
que cada día es día de resistencia, preocupación y ocupación para
sostener el tejido relacional solidario ante tanta exacerbación del
individualismo, ante tanta especulación con el presente y tanto
nerviosismo con el futuro.
Cada día se necesita renovar
esperanzas que resguarden la memoria de lo conquistado en justicia y
dignidad, para evitar la tentación de volver la vista atrás y
convertirnos en estatuas de sal.
Necesitamos recuperar la
confianza en la propia humanidad y en otras formas de poder construido
colectivamente y a nuestro ritmo. Urge seguir reinventando la política y
sus distintas formas de políticas públicas a favor de olvidados de la
historia y vencidos de hoy por las industrias bélicas e informativas,
que no perdedores en la búsqueda de otro mundo más justo y sororal".
*Jacquelin Jiménez. Mujer, educadora, Hermana del Sagrado Corazón en Venezuela. Caracas, 17 de mayo de 2016.
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