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lunes, junio 06, 2016

El fin: ¡deslucir el triunfo!

Lo malo de estas elecciones fue su resultado previsible porque el mayor esfuerzo opositor se concentró en deslucir el triunfo del ganador y no en prepararse para dar batalla en las urnas. Conscientes de la derrota, los opositores fueron a una crisis, que no a auscultar la voluntad de la mayoría...
...Los más optimistas llegaron al último día pensando en la posibilidad de una segunda vuelta que no contemplaron jamás las encuestas más prestigiosas que estimaron siempre la ventaja del candidato ganador en cerca de 30 puntos porcentuales.
...Paradójicamente, para el oficialismo “lo malo de lo bueno” fue su enorme ventaja que le hizo confiar que le bastaría esa gran diferencia para hacer su triunfo incuestionable, y descuidó elementos esenciales para solidarizarse con la Junta en el empeño de que el proceso se revistiese de transparencia.
En el escenario en que el presidente Danilo Medina acudió a la reelección, lo único que estaba asegurado era su triunfo. Sobre esa realidad debió volcarse el mayor empeño del Partido de la Liberación Dominicana. Que no para ganar unas elecciones definidas de antemano pero sí para cerrar la mínima brecha a su cuestionamiento...
...Y eso sólo podía lograrse a través de mecanismos de solidaridad al órgano rector de los comicios que en las semanas previas a las elecciones quedó a merced de la manipulación oposicionista que frustró los avances aprobados dos años antes para el escrutinio del sufragio.
...La brecha abierta
La oposición identificó la única falla que presentaban unas elecciones de por sí complejas: un nuevo sistema de escrutinio electrónico con debilidades ostensibles, a la vista de todo el mundo...
...Testarudo como mula mañosa, el presidente de la Junta Roberto Rosario se negó a admitir errores en el nuevo sistema de conteo a pesar de que quedaron en evidencia en las tres pruebas previas ya sea por problema de conectividad, por falta de energía eléctrica, por erre o por ye. Pero de que las hubo, las hubo.
Tiempo de sobra tuvo Rosario para presentar una alternativa efectiva para el escrutinio antes de que la argucia opositora le impusiera a través del pleno de la propia Junta el doble conteo --electrónico y manual--, dándole prevalencia al método tradicional en caso de alguna falla.
No quiso el presidente del organismo comicial “curarse en salud” antes de que le impusieran una “solución manual” para la que no se preparó... El resto era simple: provocar el colapso del sistema electrónico.
...Recostado del triunfo
El Partido de la Liberación Dominicana, los partidos aliados, el gobierno, el presidente Medina y el resto, se durmieron en sus laureles recostados del triunfo seguro y no se prepararon jamás para la jugada opositora.
El PLD organizó con eficiencia el llamado “día D” para movilizar a su gente a través de un viejo padroncillo de electores que identifica su voto. De por sí, ese aparataje cuesta cientos de millones de pesos --algunos exagerados dicen que miles de millones--, pero descuidó el elemento esencial de evitar que su mayoría fuese cuestionada.
...La verdad es que en el PLD y en el gobierno pensaron que mal hacían si mostraban algún interés en el procedimiento que aplicara la Junta: “Como quiera ganamos...”, se regodeaban entre ellos.
...Pero se equivocaron medio a medio. ¡Ahí estaba la trampa!
Por César Medina ;-
lobarnechea1@hotmail.com

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