El presidente Danilo Medina proyecta una cómoda
victoria electoral predicen las encuestas y sondeos de opinión pública
de cara a los comicios generales del 15 de mayo frente a su principal
contendor Luis A. Abinader del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y
aliados. El jefe del Estado luce consolidado, acobijado en una alianza
de partidos y movimientos que respaldan su candidatura.
Estimaciones de firmas especializadas en sondeos electorales, prevén que el candidato del PLD, podría ser favorecido con la intención del voto superando el 50 más 1 requerido en la primera vuelta. La oposición política llega a estas elecciones bajo un marco de división y dispersión de sus líderes, dice el dirigente opositor Hatuey De Camps. Este agrietamiento se origina en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) otrora principal fuerza política del país y de donde se desprende la formación del PRM como principal bloque contendiente, otorgándole a éste las principales encuestadoras, un porcentaje de preferencia distante al candidato del PLD y aliados.
Abinader, es un político de nueva generación, economista y próspero empresario, pero que -de acuerdos a expertos- necesitaría de mayor arraigamiento electoral y de una unidad monolítica partidaria, para doblegar la aceitada y unificada maquinaria electoral de Danilo, un experimentado estadista y estratega político en las lides del partidarismo dominicano. Si estas predicciones se cumplen, Danilo vuelve al poder más fortalecido y seguro. Medina Sánchez continuaría su gestión con una economía estable y en crecimiento.
Existen, sin embargo, factores de preocupación, como el elevado porcentaje de deuda externa en relación al Producto Interno Bruto (PIB) que rondaría un estimado de un 50%, pero que el gobierno ha dicho que aún es manejable en términos financieros. Otros opinan de ajustes fiscales necesarios. Una vez concluida esta fiesta cívica, el país requiere sin demoras -a nuestro juicio- reequilibrar su estamento democrático y esto sería posible si se empodera de un amplio consenso ciudadano que demande una profunda reforma política de transformaciones institucionales en sus órganos de dirección. La reforma debe abarcar cambios que incluirían: modificaciones en el sistema de justicia, el congreso nacional, institucionalizar la figura del referendo revocatorio de la Constitución del 2010, aprobar la Ley de Partidos, revisión de la ley de seguridad social y de los cabildos, mayor prevención y seguridad ciudadana, independizar las instituciones de fiscalización, auditoría y control financiero del Estado dominicano, fortalecer el recurso de amparo, endurecer el control fronterizo migratorio, más transparencia en el sorteo de los bienes públicos y políticas públicas cualitativas que disminuyan la desigualdad.
la falta de oportunidades y la injusta distribución del ingreso.
Por Juan Guiliani Cury ;-
Estimaciones de firmas especializadas en sondeos electorales, prevén que el candidato del PLD, podría ser favorecido con la intención del voto superando el 50 más 1 requerido en la primera vuelta. La oposición política llega a estas elecciones bajo un marco de división y dispersión de sus líderes, dice el dirigente opositor Hatuey De Camps. Este agrietamiento se origina en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) otrora principal fuerza política del país y de donde se desprende la formación del PRM como principal bloque contendiente, otorgándole a éste las principales encuestadoras, un porcentaje de preferencia distante al candidato del PLD y aliados.
Abinader, es un político de nueva generación, economista y próspero empresario, pero que -de acuerdos a expertos- necesitaría de mayor arraigamiento electoral y de una unidad monolítica partidaria, para doblegar la aceitada y unificada maquinaria electoral de Danilo, un experimentado estadista y estratega político en las lides del partidarismo dominicano. Si estas predicciones se cumplen, Danilo vuelve al poder más fortalecido y seguro. Medina Sánchez continuaría su gestión con una economía estable y en crecimiento.
Existen, sin embargo, factores de preocupación, como el elevado porcentaje de deuda externa en relación al Producto Interno Bruto (PIB) que rondaría un estimado de un 50%, pero que el gobierno ha dicho que aún es manejable en términos financieros. Otros opinan de ajustes fiscales necesarios. Una vez concluida esta fiesta cívica, el país requiere sin demoras -a nuestro juicio- reequilibrar su estamento democrático y esto sería posible si se empodera de un amplio consenso ciudadano que demande una profunda reforma política de transformaciones institucionales en sus órganos de dirección. La reforma debe abarcar cambios que incluirían: modificaciones en el sistema de justicia, el congreso nacional, institucionalizar la figura del referendo revocatorio de la Constitución del 2010, aprobar la Ley de Partidos, revisión de la ley de seguridad social y de los cabildos, mayor prevención y seguridad ciudadana, independizar las instituciones de fiscalización, auditoría y control financiero del Estado dominicano, fortalecer el recurso de amparo, endurecer el control fronterizo migratorio, más transparencia en el sorteo de los bienes públicos y políticas públicas cualitativas que disminuyan la desigualdad.
la falta de oportunidades y la injusta distribución del ingreso.
Por Juan Guiliani Cury ;-
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