César Medina, primero periodista que embajador, ha
sido el único que se ha atrevido a poner en blanco y negro lo que se
discute en círculos del entorno más íntimo de equipo de campaña de Luis
Abinader: la abstención electoral.
El “Plan B”.
Un “Plan” que trata de crear un escenario que les permita
‘justificar’ la abstención, tipo 1974 cuando el entonces Acuerdo de
Santiago, una coalición de oposición encabezada por el PRD, se retiró de
la contienda 24 horas antes de las votaciones.
Ese episodio lo relata el periodista Odalis Mejía en estos párrafos
de una reseña sobre la ocasión: “El lluvioso jueves 16 de mayo de 1974
triunfó la segunda reelección presidencial de Joaquín Balaguer, luego
que en la víspera, Antonio Guzmán, candidato del Acuerdo de Santiago y
su principal contendor, se retirara por la represión policíacomilitar y
las medidas adoptadas por la Junta Central Electoral que no garantizaban
un proceso transparente… El contexto electoral de entonces se
caracterizaba por una amplia represión en casi todo el país, una huelga
de hambre de presos políticos de 12 días, protestas y ocupación de
templos católicos en apoyo a los reclusos y una gran tensión social…
Guzmán se retiró… Lajara Burgos se presentó como candidato por el
Partido Demócrata Popular… La JCE había advertido que con la
participación de un solo candidato, las elecciones eran válidas”. El
escenario nacional en conjunto, y del proceso electoral del 2016 en
particular, es muy alejado de ese episodio negro de la democracia
dominicana, ocurrido hace 4 2años. Hoy hay una JCE confiable y no hay
represión, ni presos políticos, ni amenazas de anarquía callejera. Aún
así un grupo de oposición cree poder ‘reproducir’ el 1974. Para ello
recurre, con desesperación, a un discurso distorsionado de la realidad,
altisonante, rabioso, desconsiderado y mentiroso, basado en denuncias
alocadas, a la diatriba contra los que no les apoyan, a promover
huelgas, paros y protestas.
Amenazan con ‘botar’ –si ganaran- a periodistas y comunicadores que
no les ha hecho el juego y para lo cual escarban como locos buscando
eventuales situaciones con las que creen pudieran callarlos. El equipo
de estrategia de Abinader ha dado tantos palos a ciegas que no ha podido
colocar al candidato de la oposición de ‘tú a tú’ con el candidato-
presidente Danilo Medina.
Los números no le dan. Los precedentes electorales del PRD –una parte
de lo que hoy es PRM dieron en este siglo a Hipólito Mejía un 34% en
2004, a Miguel Vargas 41% en el 2008, a Hipólito, de nuevo, 47% en el
2012. Abinader anda hoy entre 28% y 30%, a 45 días de las votaciones y
en vez de proyectarse hacia arriba, se ve estancado y/o en descenso. De
ahí la desesperación y la realidad que coloca a Luis Abinader en el
escenario electoral agotando sus ‘15 minutos de gloria’, como dice el
pueblo, y que yo llamo: su ‘debut y despedida’.
Por Ruddy L. González ;-
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