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miércoles, febrero 17, 2016

Proyecto de Reglamento

Por Orlando Gil ;-
FALTA DE COMBUSTIBLE.- Al proyecto de reglamento del miembro titular de la Junta Central Electoral, Eddy Olivares, no le aplicaron la grúa ni le pasaron el rodillo. Simplemente no llegó a su destino por falta de gasolina. Solo contó con el voto favorable del promotor de la pieza, aun cuando se entrevió la posibilidad del apoyo de José Ángel Aquino y que, como siempre, fuera un juego de 3 a 2. ¿Qué pasó? Nunca se sabrá. Parece que el presidente del organismo, Roberto Rosario, supo cruzar el océano como un nadador olímpico. Que los movimientos previos a la reunión fueron exitosos.
No solo el encuentro con el presidente Danilo Medina, y las advertencias hechas vía circular del ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo, sino también la visita a la presidenta del Senado Cristina Lizardo. Mejor prevenir que tener que remediar es un refrán que en ocasiones alcanza categoría de principio. Habrá que ver si un mal tan extendido como el uso de los recursos del Estado en campaña electoral, puede controlarse con medidas cautelares. Si la oposición se siente satisfecha con acciones menores. La idea era amarrar al gobierno de pies y manos, de manera que no pudiera auxiliar al candidato reeleccionista. Ahora suelto de pies y libre de manos, pero acechado, la prisión será domiciliaria…
CÁBALA DEL MARTES.- La oposición tal vez no pueda presionar más de lo normal a la JCE, pues si esta falla en controlar y mantener a raya el gasto del gobierno, cuando lo hace con fines electorales, también falta a sus obligaciones al no demandar con firmeza una rendición de cuenta creíble sobre el manejo de los fondos que entrega a los partidos. Ni se somete enteramente a la Constitución de la República, pero tampoco aplica la ley con rigurosidad. La oportunidad, por tanto, no se pinta calva y crea espacio propicio al entendimiento, y hasta para una negociación, que si bien tácita, aprovecha en sus efectos. El propósito sería de un aplauso por aquí y otro por allí, y todos contentos, o conformes, pues el que no cumple no tiene derecho a exigir. No obstante, habrá que conocer en detalles lo aprobado ayer por el pleno, e incluso vale preguntarse por qué se adelantó la reunión, puesto que se dijo en principio que sería miércoles, y fue martes, como si no se temiera a las cábalas de “ni te cases ni te embarques…”…
DESORDEN COLECTIVO.- La zambullida de estos días en las aguas oscuras de los informes de los partidos políticos sobre el uso que dan a los fondos que reciben por ley, es para ahogarse. Entre los grandes y los pequeños no hay diferencias, y se hace fácil entender el fatalismo de la política criolla. Si no tienen orden ni concierto adentro ¿cómo esperar que lo tengan afuera? Si no hay manejo escrupuloso de sus recursos, sean que lleguen vía Presupuesto Nacional, o acreditados por el sector privado, tampoco cuando tengan en sus manos las finanzas públicas. Las denuncias no son más que un ejercicio de simulación, pues ninguno tiene moral para hablar con toda la boca, y el candidato que no cojea del pie derecho, su partido no camina bien con el izquierdo. Las historias que andan en la calle llevan nombres y apellidos, pero los reportes que se dan de modo general confirman el dispendio, el derroche de unos dineros que provienen de las arcas y que fueron arrancados casi a la fuerza al contribuyente. Los sobresueldos en España produjeron escándalos. Y aquí como si nada…
DENUNCIAS, REVELACIONES.- La campaña electoral va tomando un derrotero en que las denuncias de unos van a llevar a las revelaciones de otros, pues la política nunca fue profesión de santos, pero aquí y ahora se degrada en extremo. Mal de muchos…, y ese muchos será demasiado si el gobierno se dedica a responder con las armas que tiene a su disposición. Roberto Rodríguez Marchena descalificó al candidato de oposición Luis Abinader y lo acusó de promover un “debate rastrero”. Como dirían en la calle, “palabras han habido”. ¿ Por qué el gobierno se hace la víctima, sabe acaso más de lo que expresa, o crea las condiciones para una embestida que como reacción no podría ser catalogada de guerra sucia? De aquí al 15 de mayo muchas cosas pueden pasar, incluyendo fatídicas, por lo que no conviene que la Junta Central Electoral eche leña al fuego, y actúe de manera institucional, evitando los desbordamientos de campaña, de candidatos, de partidos. El debate es precario, pero todavía es debate…

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