Luis Abinader lidera un proyecto político que hereda
de su padre, fundado por Juan isidro Jiménes Grullón, quien fuera su
primer candidato presidencial en 1962. La Alianza Social Demócrata fue
resultado de las desavenencias con el profesor Juan Bosch. Como en casi
todas las divisiones políticas pos Trujillo, el Partido Revolucionario
Dominicano ha sido caudal de miembros.
José Rafael Abinader fue candidato presidencial dos veces de la ASD.
Luego se le cambió el nombre a Alianza Social Dominicana pero no las siglas. Con la nueva división del PRD se le cambió el nombre y las siglas: Partido Revolucionario Moderno (PRM). En el lejano pasado hubo otra escisión con el nombre de Partido Revolucionario Dominicano Auténtico que originó el Partido Reformista, ahora PRSC.
De manera que la ASD de Abinader y base del PRM no es algo nuevo en su esencia. Tiene un ADN perredeísta reforzado. Nace como resultado de la rebeldía contra el liderazgo, o por la pugna entre dos altos dirigentes del exilio político dominicano. La estructura de Abinader sin embargo carece de la profundidad del pensamiento de Jiménes Grullón.
El PRM tiene en la actualidad la nominación de líder de la oposición por gravedad. Poco hace para alcanzar esos lauros. Resultante de una nueva división, este partido congrega a dos de las tres tendencias que existían en el PRD. Abinader e Hipólito Mejía asimilaron a los seguidores de Milagros Ortiz Bosch y Rafael Subervi Bonilla y van tirando cuesta arriba contra un PLD que lo tiene todo.
Miguel Vargas Maldonado quedose con los siglas. Como venganza montada en salvavidas pactó con el PLD y forma parte del gobierno de Danilo. Atiza la animadversión con un bichero para cazar los esquiroles, saltimbanquis o desertores y aumentar su crédito político.
Abinader tiene un presente sombrío. Carece de estrategia y planes acabados para asumir el poder. Su discurso básico es la denuncia floja. No articula un discurso que encante y marque la diferencia. Hasta el momento flota sobre el desencanto de algunos sectores contra el PLD y el gobierno de Danilo.
Se ha quedado en los apuntes de un programa de gobierno y luce solo. Es la única voz del PRM. Los demás dirigentes no son eco de sus planteamientos ni cajas de resonancia. Hacen política como en el pasado. Ese peso muerto aun usa teléfono de disco. Mis contemporáneos no cejan.
José Rafael Abinader fue candidato presidencial dos veces de la ASD.
Luego se le cambió el nombre a Alianza Social Dominicana pero no las siglas. Con la nueva división del PRD se le cambió el nombre y las siglas: Partido Revolucionario Moderno (PRM). En el lejano pasado hubo otra escisión con el nombre de Partido Revolucionario Dominicano Auténtico que originó el Partido Reformista, ahora PRSC.
De manera que la ASD de Abinader y base del PRM no es algo nuevo en su esencia. Tiene un ADN perredeísta reforzado. Nace como resultado de la rebeldía contra el liderazgo, o por la pugna entre dos altos dirigentes del exilio político dominicano. La estructura de Abinader sin embargo carece de la profundidad del pensamiento de Jiménes Grullón.
El PRM tiene en la actualidad la nominación de líder de la oposición por gravedad. Poco hace para alcanzar esos lauros. Resultante de una nueva división, este partido congrega a dos de las tres tendencias que existían en el PRD. Abinader e Hipólito Mejía asimilaron a los seguidores de Milagros Ortiz Bosch y Rafael Subervi Bonilla y van tirando cuesta arriba contra un PLD que lo tiene todo.
Miguel Vargas Maldonado quedose con los siglas. Como venganza montada en salvavidas pactó con el PLD y forma parte del gobierno de Danilo. Atiza la animadversión con un bichero para cazar los esquiroles, saltimbanquis o desertores y aumentar su crédito político.
Abinader tiene un presente sombrío. Carece de estrategia y planes acabados para asumir el poder. Su discurso básico es la denuncia floja. No articula un discurso que encante y marque la diferencia. Hasta el momento flota sobre el desencanto de algunos sectores contra el PLD y el gobierno de Danilo.
Se ha quedado en los apuntes de un programa de gobierno y luce solo. Es la única voz del PRM. Los demás dirigentes no son eco de sus planteamientos ni cajas de resonancia. Hacen política como en el pasado. Ese peso muerto aun usa teléfono de disco. Mis contemporáneos no cejan.
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