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martes, noviembre 10, 2015

El PRI: ¡herencia ominosa!

Por César Medina ;-
Jacobo Majluta fue un extraordinario ser humano, un político perspicaz, excelente amigo y buen profesional de las finanzas… Murió muy joven, a los 62 años, después de una Presidencia efímera que le tocó por albur del destino cuando Guzmán se suicidó.
Descendiente de libaneses asentados desde principios de los años cincuenta en la avenida Mella, Jacobo fue siempre admirado y respetado por su entorno y desde muy joven mostró temple de líder.
Siendo prácticamente un muchacho Bosch lo nombró ministro de Finanzas en su gobierno de 1963.
En el PRD hizo fulgurante carrera política a la par que desarrollaba sus habilidades profesionales tan pronto regresó del exilio donde lo mandó el Triunvirato después del golpe de Estado… En apenas una década Jacobo era ya uno de los principales líderes dominicanos, siempre al lado de Peña Gómez.
El PRD sufrió un grave trauma después de su “derrota” en 1986… Y aquí es importante precisar que si el principal asesor electoral de Balaguer en esa época, Olivero Féliz, entrecomilló la “victoria” reformista, entrecomillar la “derrota” perredeísta es también legítimo… … Con la salida del PRD del poder, perdieron todos en ese partido: Majluta y Peña por partida doble; Jorge Blanco porque fue a parar a la cárcel y el país porque desaprovechó la oportunidad de probar a Jacobo como el gran Presidente que habría sido.
… El desguañangue
Entre 1986 y 1990 el PRD se desguañangó… El pleito entre Peña y Jacobo se hizo interminable y a final de cuentas ambos tuvieron un solo punto luminoso en aquel enfrentamiento fratricida: cada uno que coja por su lado “frizando” al PRD para hacer sendos partidos.
De ahí nacieron el Partido Revolucionario Independiente, el PRI de Jacobo, y el Bloque Institucional Socialdemócrata, el BIS de Peña Gómez… …Pero Balaguer sabía más que los dos juntos, y en una jugada política que lo reeligió en el poder --algunos dicen que también con trampa, esa vez contra Juan Bosch--, habilitó legalmente al PRD y se lo entregó a Peña Gómez para que el voto “liberal” se dividiera en tres, como realmente ocurrió.
Pero el PRI fue herencia del majlutismo porque Jacobo murió seis años después --el 2 de marzo de 1996--, y su imagen quedó grabada para siempre en unas siglas que a partir de entonces se convertirían en una vergu¨enza para su memoria.
Su hermano Freddy y todo el resto de la familia-- incluyendo a doña Elena, su madre, y a Ana Elisa, su esposa, ambas también fallecidas--, se sintieron ofendidos con el comportamiento degradante de sus “herederos políticos” y del destino que le han dado a su herencia partidaria.
…Halándose las greñas
Dentro de cinco meses se cumplirán 20 años de la muerte de Jacobo. En esas dos décadas el partido que fundó no ha salido de una gresca infértil y vergonzosa entre unos individuos que lo único que han hecho ha sido degradar su memoria y deshonrar su apellido.
Su hija Consuelito, su hermano Freddy, sus nietos y sobrinos deberían exigirle a ese partiducho que no siga utilizando el nombre de Jacobo… … Demandarle que elimine su imagen de esas siglas afrentosas y que respete la trascendencia de un líder que hizo lo mejor que pudo y que dejó huellas en la historia...
¡… Esa no es la memoria que se merece Jacobo!

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