La suerte que tienen esos dos partidos --el Reformista y el “Peledé”--, es que la decisión para una alianza es de interés común, y que en última instancia depende de la voluntad de dos zorros con mañas viejas y garras afiladas: Danilo y Quique.
Se necesitan mutuamente, aunque se sabe que el “peledé” impone la reelección de Danilo sin necesidad de esa alianza después de su arreglo con el “perredé”.
Pero el asunto es más complejo, va más allá de esa realidad.
Danilo busca un acuerdo amplio, histórico, que legitime una reelección que fue él quien primero la satanizó con aquella analogía imprudente del tiburón y los escrúpulos en el zafacón.
¿Quién podía pensar hace tan sólo un año que tres partidos que se pasaron medio siglo contendiendo y garateando --a veces en las antípodas del liderazgo personal-- podían unirse en un mismo propósito electoral? Ahora se ve cerca, posible y casi seguro, pero cuando lo plantee por aquí hace más de un año parecía una utopía, una locura, y hubo quienes lo inscribieron en un interés particular en salvarle el pellejo a Miguel Vargas.
Los reformistas llevan dos décadas entre el amor y el odio con el PLD, pero el PRD ha sido su contraparte histórica y sólo una alianza como esta podía garantizarle vigencia arrimándolo al poder aunque pocos eran capaces de proyectar semejante posibilidad.
La distancia que se percibe ahora entre el PLD y el PRSC no es tal… es un espejismo de ilusos, un asunto de egos inflados que cesará cuando llegue el momento.
¡… El quiquiriquí!
A Quique le dicen el quiquiriquí no sólo porque es trabero y desde chiquito --mejor dicho, desde pequeño en edad--, va a la gallera, sino porque en política es un verdadero gallo de lidia, y ahora mucho más con las mañas que aprendió de Balaguer.
El Reformista sabe que la alianza con el PLD es su única esperanza de mantenerse en la mesa del gran reparto, empezando por los fondos de financiamiento de partidos políticos, para lo que necesita sacar por lo menos el cinco por ciento de la votación nacional.
Ya es tarde para pedirle al PRSC que desmonte las candidaturas municipales y congresuales en algunas provincias y municipios donde lleva figuras de arrastre como en Santiago y San Pedro, pero eso no impide la alianza con el PLD en el primer tramo de elección.
Quique cree en las encuestas y es uno de los políticos que mejor maneja las estadísticas políticas; por eso sabe que su partido correría grandes riesgos si se aventura en solitario… Y peor le iría en una improbable alianza con el PRM.
¿Y Danilo… qué?
Danilo ha perdido tiempo para motorizar la alianza con el Reformista. Él y Quique se han visto un par de veces, pero Quique ha salido duro; exige un arreglo entre ellos dos, cara a cara, pero Danilo le dice que afine la alianza con Reinaldo Pared y luego hablan… … Ese “luego hablamos” es que no les gusta a los reformistas.
En eso estaban cuando Reinaldo se encabritó hace unos días y mandó a los reformistas a freír tusas en una declaración imprudente, impropia de un líder con sus responsabilidades.
Ahora tiene que salir Danilo a enderezar entuertos y a pacificar los ánimos… Eso ocurrirá en estos días.
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