La asignación del Diputado Nacional se va configurando como la manzana de la discordia en los principales partidos.
Ya en el Partido Revolucionario Moderno explotó el genio de Héctor Guzmán quien se bajó de la carroza de campaña de Luis Abinader porque le negaron la curul.
Si dice que otro tanto se manifiesta en el caso del Partido Revolucionario Dominicano porque el señalado es Tony Peña Guaba, pero el secretario general no quiere vincularse al Partido de la Liberación Dominicana.
En el cuchicheo político se alega que Peña Guaba quiere la posición sin estar en la lista del bloque que encabeza el PLD. Algo así como comer pescado sin mojarse los ruedos. El tema del Diputado Nacional es una asignación de cinco curules que se dispone para los partidos que sacando más del 5 por ciento de los votos no se beneficien de un pacto con otros partidos.
Ya se ve que la cifra estadística afecta a los partidos pequeños y en el caso del Partido Reformista Social Cristiano se alega que no sobrepasará esa vara por lo que el tema se reparte entre los PLD, PRM y PRD, que según las presunciones en ese orden obtendrán los votos. Al usar el método de D’Hondt, al PLD le tocarán tres Diputados Nacionales y entre los “revolucionarios” uno por bando.
El beneficiado con tal designación obtiene un cheque al portador, porque no tiene ni que hacer campaña, su aval le viene del universo de los sufragios. Alguien afirma que el designado tiene el tratamiento de un diplomático europeo en Migración de los Estados Unidos: no hace fila y el trámite es expedito.
Héctor Guzmán, quien funge como vocero de Hipólito Mejía, aclaró ayer que no renunció al PRM sino que se alejó de la campaña del candidato Luis Abinader. Posición anterior.
Me dicen que el diputado Nacional del PRM será Fidel Santana, quien renunció a su candidatura presidencial para apoyar la de Abinader. Es el precio de la alianza, una figura política muy importante para la nueva agrupación.
En cuanto al PRD se comenta que otros candidatos alternos serían Víctor Gómez Casanova o José Miguel Soto Jiménez, quien además suena para ministro de Medio Ambiente. Pero aún no entran los caballos a la gatera. No hagan apuestas todavía.
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