En Boston el doctor Leonel Fernández dijo que cuando su partido conozca los acuerdos arribados con otras organizaciones políticas, iniciará su campaña electoral para mantener a Danilo Medina en el poder. Las expresiones del presidente del PLD son la comprobación de la unidad partidaria.
Es seguro que Leonel no está conforme con el curso del río pero sabe que tratar de cambiarlo conllevaría un fracaso de su parte o su organización. Pudo iniciar una rebelión contra el poder y hubiera encontrado aceptación en una morada parte, sectarizado por los acontecimientos, pero es un líder fraguado en la política doméstica y ha comprobado que las divisiones únicamente favorecen a los partidos contrarios.
En cuanto a sus aspiraciones, Leonel hizo sombras como los boxeadores en entrenamiento. Sin embargo, nunca hizo una propuesta en firme. Alentó a sus parciales y hasta hizo unas fintas de rebeldía, pero sabe que contra el poder no se pelea a menos que se cuente con una fuerza mayor, algo muy escaso de ver.
El expresidente ya sabe para dónde soplan los vientos.
Sus declaraciones en Estados Unidos muestran además que hacia lo interno hubo una negociación en firme que favorecen a una parte de sus intereses. Danilo quiere “La ñoña” y mostró que estaba dispuesto a pactar para sellar fisuras.
Hasta el momento el Presidente tiene vientos de cola. Su figura se mantiene en el tope de la bandera. La intención de voto lo favorece. Buscar que el país siga así, que haya una paz de cementerio; él se encargará de seguir tejiendo la red para atrapar los votos o impedir que se fuguen. El morado rodillo de Danilo, adornado con una “árganas timbí” de posibilidades, sigue parqueado en el Palacio Nacional, presto a bajar la cuesta del ensanche Lugo. La aceptación de la realidad por parte de Leonel también es una postura educativa. Si igual hubiera sido la actitud en el Partido Revolucionario Dominicano durante y después del huracán Hipólito, las cosas fueran distintas. En política hay maestros donde quiera. Basta con tener visión.
Cuando en el 2008 Danilo perdió por la presión del Estado, ahuecó el ala y se sumió en una aparente hibernación para conquistar el poder cuatro años después. Tampoco dividió el PLD.
Los partidos que tercian en política podrían copiar el estilo. Es mejor arriba sufriendo presión que estar con depresión en la oposición.
Por Alfredo Freites ;-
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