Fotos | Video
María es una de ellas. “Es como trabajar en una compañía”.
Para Chanel Rosa, director ejecutivo de Senasa, es “una medida de alto impacto para visibilizar a este sector a través de la garantía del derecho a la salud”.
Para obtener el seguro médico, la trabajadora doméstica debe depositar una carta firmada por su empleador que certifique que está desempeñando esas labores al momento de su solicitud o una carta que indique que está registrada en el Comité Interinstitucional de Mujeres Trabajadoras (CINTRA), que es la institución que coordina las mesas de género de las centrales sindicales CNTD, CNUS y CASC.
La carta del empleador debe ir acompañada de una copia de la cédula de la trabajadora doméstica y de su pareja (si la tiene), acta de matrimonio o de unión libre, copias de las actas de nacimiento de sus hijos e hijastros menores de edad que vivan con ella; así como copia de la cédula y certificación de estudio de sus hijos mayores de 18 años.
Para afiliarse no hay que pagar un chele.
María de la Cruz Paulino es unas de las más de 8,000 trabajadoras domésticas que ya tienen su seguro médico de Senasa y se sienten protegidas. “Sin seguro, cuando uno se enferma, se le caen todos los palitos”, dice.
Cuando termine el 2015, 3 millones 400 mil empobrecidos de la República Dominicana tendrán garantizado su derecho a la salud con un seguro Senasa pagado por el Estado dominicano.
Durante el gobierno de Danilo Medina han sido integrados al seguro subsidiado de Senasa cerca de un millón de dominicanos y dominicanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario