
La reunión del Comité Político del PLD es el ámbito elegido por los reeleccionistas porque tienen mayoría. Aunque es en el Congreso donde se daría el pleito por la reforma, el pueblo dice que papeleta mató a menudo. Danilo Medina había dicho, antes de juramentarse, que no se reelegiría aunque pudiera. Advirtió que los funcionarios gubernamentales empeñados en la continuidad alteran las normas perjudicando una buena obra de gobierno. John Kerry, el jefe de la diplomacia norteamericana advirtió que su gobierno está en contra de la modificación constitucional para la reelección.
En nuestra historia todo el que se encarama en la silla no quiere bajar. La modificación constitucional ha sido más para acomodar la reelección que para beneficiar a los electores, Danilo podría hacer respetar la Constitución, aunque luzca un tanto ingenuo.
De nada sirve discutir sobre el referéndum si hay una decisión presidencial continuista, porque la socorrida institucionalidad pende de si a cada mandato presidencial le surge un apego extraordinario de extensión del mandato. Se dice que en política se actúa bajo la premisa: “prometer y prometer hasta obtener, una vez obtenido el poder, se olvida todo lo prometido”.
La promesa de no buscar la reelección podría ser palabra de ayer.
Está por verse si Danilo se pondrá los zapatos de Hipólito Mejía y Joaquín Balaguer. Y si esto tendrá consecuencias. El presidente está realizando la obra que prometió y para la que ganó. Solo él estará en la historia con todo lo que involucre. El baldón de truqueros que tienen los reeleccionista los persigue más allá de la muerte.
Los contrarios a Danilo quieren oírlo pedir la reforma constitucional, pero no lo escucharán, porque para eso hay otras voces. La plantilla de su gestión está alineada con el desprendimiento, porque buscar la continuidad no es ambición ni capricho sino un regalo al pueblo dominicano. Medina no enfocará el tema sino hasta que todo esté servido.
La reunión del domingo es otro capítulo de la lucha interna en el PLD que tiene como meta el control orgánico por los danilistas. Quieren un reemplazo. Danilo sería el nuevo líder morado con el control de todos los esquemas de poder, comenzando por el partido, el Congreso y luego la Suprema Corte.
Es la lucha natural por el poder y van bien los “panzer” reeleccionistas.
Por Alfredo Freites ;-
afreites.listin@gmail.com
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