EL ESPACIO.- Hace tiempo que observé que
había espacio para una opción nueva, potencial, posible. No estuve
inventando nada, pero sí acogiendo resultados de encuestas de carpeta.
De esas que se hacen, pero no se publican, y que sirven de instrumento
de trabajo. Esto es, para conocer la realidad verdadera, y no para
apurar percepciones o aprobar suposiciones que tan diestramente se
manipulan, en ocasiones. Sería cosa de 9, 10 u 11 puntos. Nada del otro
mundo, ni para ganar en el 2016, pero sí para irse posicionando,
estableciéndose como fuerza diferente y de un probable cambio futuro.
Solo que algunos ciudadanos de este país no pueden dejar de ser
dominicanos, y no mudan de ánimo, ni en pelota, ni en política, ni en
otras manifestaciones humanas. No ahorran, y lo que ganan, se lo gastan
de una vez. Escriben versos, y cuentos, pero no novelas, pues este
género demanda largo aliento. Que no trabajan la jornada completa, ni
día tras día, y les encanta un “puente”, aunque no puedan darse el lujo
de un resort y solo par de frías y dos o tres manos de dominó. Así que
la oportunidad, cuando aparece, solo asoma...
LA “VÍCTIMA”.-
La primera “víctima” de la encuesta Gallup-Hoy sería la Convergencia,
pero no porque se lo haya propuesto, sino por lo que en la guerra se
llama “daño colateral”. No es verdad que Guillermo Moreno va a
acercarse a ese colectivo en formación, si sus números se acercan a los
de Luis Abinader y a los de Hipólito Mejía, dependiendo del escenario de
elección. Se conoce su renuencia, e incluso estuvo promoviendo una
alternativa, de manera que si eso era antes, con más razón ahora que una
medición ajena lo sube de rango. Sus porcentajes no son el producto
principal, pero sí un subproducto a tener en cuenta, y hasta considerar
una recomposición de fuerzas. No es cosa de soñar, pero es mejor partir
de un 8,9, ó 10,5, ó 18,2, y hasta un 23,8, que de cero. Gente del PRM, o
del H-16, o de la Convergencia, habían previsto la situación, pero no
como algo irremediable. Incluso, recomendaban, y recomiendan, que se le
vaya echando maíz como gesto de buena voluntad. Si se produce una
segunda vuelta, se impondría lo que en política es difícil, pero no
imposible: nobleza obliga...
LOS REFORMISTAS.- El paisaje
no es el mismo cuando el tren va en movimiento, y cada encuesta hay que
verla como una muestra de ocasión. Por ejemplo, ya no incluyen a los
reformistas en la operación de suma y resta, y no es que les hayan
quitado el cuaderno, sino que ellos no hacen la tarea. Prefieren mejor
salir a recreo. O como los muchachos desaplicados de una época, irse a
brillar por las calles, sin provecho ni utilidad, y dejando el aula
vacía. Es fácil mirar y apreciar. Dije brillar, pero igual podría decir
de feos. Feo Eduardo Estrella, feo Amable Aristy, feo Luis Toral, e
incluso feo Quique Antún, que da vuelta y vuelta y no acaba de lanzarse.
Los reformistas andan con los peledeístas y no aprenden. Después de la
infausta experiencia del 1994, los peledeístas fueron los primeros en
escoger candidato, a Leonel Fernández, y por eso pudieron beber agua
limpia. Los reformistas debieron haberse puesto en eso desde hace
tiempo. Colocarse en la acera de enfrente, pero no a tirar piedras, pues
no se vería bien, ni sería elegante, y mucho menos noble, pero sí a
sacar la lengua...
LO SUTIL.- La gente del PRM debe darse
cuenta, pues tiempo hay, pero apremia. Lo que se ve hasta el momento, es
que harán perder al PRD, su antigua organización, pero igual se
quedarán en la calle lamiéndose las heridas. Los perremeístas no llenan
el cometido juntos, y menos separados. Se dedican a denunciar el órgano
de elecciones, pero no saben cómo armar una convención. Y se las pasan
haciendo aprestos sin sentido, sin advertir que lo que necesitan es un
candidato y no una convención. Hasta con un chele para arriba se zanja
la cuestión. Lo importante no es Hipólito Mejía o Luis Abinader, sino
constituirse en opción de poder. Si es por la Gallup-Hoy, ni Mejía ni
Abinader cobran las expectativas. El PLD tiene contradicciones, y ese es
un hecho indudable, pero nadie discute su fortaleza, aun cuando las
encuestas exageran. Además, entre los peledeístas hay elementos de
sutileza, que no se observan en los perremeístas. No es lo mismo
contradicción que confrontación...
No hay comentarios:
Publicar un comentario