El doctor Leonel Fernández no se conforma con
eso de que el Partido de la Liberación Dominicana es el mayor, que está
en el poder, cuenta diversas opciones presidenciales y tiene a los
rivales divididos. Quiere tenerlo todo seguro. Está soldando todas las
fisuras para que nada escape al control de su candidatura.
Esa es
la interpretación de la reunión de Santiago auspiciada por el movimiento
Sector Externo con Leonel que encabeza el ex reformista Luis Toral. El
líder del PLD también se atrae a los reformistas con los que tiene
vínculos desde hace años. Muchos de sus trabajadores políticos actuales
son los hijos de los viejos dirigentes del PRSC.
Está claro que la
pretensión de una parte de los reformistas, de atajar los logros del
doctor Joaquín Balaguer en beneficio de una candidatura separada,
encontrará un contrapeso en la labor que desarrolla gente como Toral.
El doctor Fernández ha dicho que aguarda saber por dónde soplan los
vientos para hablar de su candidatura, pero mientras tanto ateza las
cuerdas de las velas para cuando zarpe su embarcación. No están al
pairo. Sólo en reposo. La marinería hace su trabajo y aguarda el momento
de zarpar al cabotaje en el país político.
Una muestra del
alcance de lo que desarrolla el líder del PLD lo resalta el dirigente
político Tony Peña Guaba, del Partido Revolucionario Mayoritario, quien
asegura que sólo con toda la oposición unida se podría ganar al partido
morado en las elecciones del 2016.
Eso de la unidad opositora es
un sueño. Todos y cada uno de los protagonistas del sistema político
nacional lo saben. No obstante Leonel no quiere ceder espacios a las
adversidades poderosas que laboran por una compactación electoral
contra el PLD.
Esto de los esfuerzos contra el PLD no es nada
anormal. Es parte del mismo juego democrático. Hay políticos y
empresarios que llevan muchos años sin tener al Gobierno como fuente de
poder o negocios. Las relaciones con el Poder Ejecutivo dejan
utilidades a tomar en cuenta.
Leonel Fernández amplía su captación
de reformistas orgánicos o emocionales porque los 22 años de gobierno
del doctor Balaguer dejaron un sedimento aprovechable. De pasada también
debilita los esfuerzos por compactar una oposición en la que estén
incluidos los coloraos.
Leonel teje una red grande atando muchos cabos.
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