Hatuey De Camps estuvo a punto de regresar como
presidente del PRD, “por la puerta grande”, pero Miguel Vargas
recapacitó a tiempo y le ofreció una presidencia alterna, en funciones,
sin las implicaciones que conlleva en todos los sentidos la máxima
jerarquía dirigencial.
De eso se habló largo y tendido durante
casi dos meses, y Miguel estuvo a punto de sacrificar la presidencia
partidaria en aras de recuperar la imagen unitaria que por un tiempo
hizo cambiar la percepción de la gente sobre el PRD y su histórico
potencial electoral.
Por suerte para él, para Miguel, fue
persuadido por amigos y simpatizantes a no transigir con la presidencia
perredeísta porque habría constituido su suicidio político. El PRD en
manos de Hatuey tal vez lo hubiera puesto de patitas en la calle,
invalidado su nominación presidencial y anulado la expulsión de Hipólito
Mejía.
Como presidente del PRD, Hatuey habría administrado los
ingresos del partido y colocado a sus seguidores en las candidaturas
ganables de provincias y municipios, y de haber respetado la nominación
de Vargas a la Presidencia, habría hecho poco menos que nada para que el
partido pasara a una eventual segunda vuelta.
De ese modo él,
Hatuey, decidía a quién apoyar en ese eventual balotaje porque tal
facultad corresponde a los presidentes de los partidos descartados, no a
los candidatos...
... Y así --según todos los cálculos--, él
determinaba quién era el próximo Presidente de la República y ponía
condiciones que lo convertirían en el poder detrás del trono.
Ahora asume el plan B
Al no dársele el plan A que significaba su regreso como presidente del PRD, Hatuey apela
Al no dársele el plan A que significaba su regreso como presidente del PRD, Hatuey apela
Ahora se plantea verse también con Miguel, pero Miguel le
adelantó a la prensa que cualquier entendimiento de alianza tiene que
hacerse sobre la base de que el PRD encabece la oposición, una condición
que de antemano frena las ínfulas unionistas que nadie le ha pedido a
Hatuey.
El PRD se encamina solo hacia la consolidación del
liderazgo opositor con la candidatura de Vargas y el retorno espontáneo
de la mayoría de los dirigentes que permanecieron en latencia frente a
la división y otros que amagaron con aliarse a la disidencia.
Pescar en río revuelto
Hatuey quiere pescar en río revuelto y erigirse en líder de la oposición sin contar con nada ni con nadie... Fuera de su conocida habilidad retórica de hablar mucho sin decir nada, su propósito inmediato es detener el avance que ha tenido la candidatura de Vargas en las últimas semanas.
Hatuey quiere pescar en río revuelto y erigirse en líder de la oposición sin contar con nada ni con nadie... Fuera de su conocida habilidad retórica de hablar mucho sin decir nada, su propósito inmediato es detener el avance que ha tenido la candidatura de Vargas en las últimas semanas.
El
retorno del hijo chiquito de Peña Gómez a la secretaría general del
partido de su padre, le da un nuevo impulso al PRD en su recomposición
de fuerzas mientras la disidencia que encabezan Hipólito y Abinader ni
siquiera logra ponerse de acuerdo para crear los organismos de
dirección.
¡...Hatuey es un político hábil, aunque con gran desfase!
al plan B: una mediación que nadie le ha pedido dizque
para unificar a la oposición con candidaturas comunes.
Convocó a
Hipólito a su casa, y como Hipólito no tiene oficio, acudió solícito y
se prestó al espectáculo que le tenían montado con medio centenar de
reporteros convocados previamente para hacer bulto.
Quiso hacer lo
mismo con Abinader, pero Abinader le mandó a decir: “Quien tiene sed,
busca el agua”. Y que a lo sumo, lo recibiría en su casa, tal como
ocurrió.
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