El presente gobierno luce sin una dirección ni una
estrategia definida, sin una política migratoria consistente, los
grupos de la sociedad civil y de la USAID, enquistado en el Palacio
Nacional, han diezmado el poder de la decisión del presidente de la
República Lic. Danilo Medina, que luce como un barco a la deriva y sin
timón en política migratoria, disolviendo la soberanía nacional, la
autodeterminación y la independencia nacional, se han vulnerado todos
los derechos de los dominicanos, luce a merced en materia de
geopolítica de las grandes potencias del mundo que buscan LA FUSIÓN DE
LA ISLA…
En vez de usar el gobierno la estrategia de la disuasión que reza: La
mejor manera de repeler agresores es impedir que se ataquen en primer
término. Hazte fama de estar un poco loco. No es prudente combatirte. A
veces la incertidumbre es mejor que la amenaza abierta (como nos
amenazan los haitianos) si tus adversarios nunca están seguros de cuánto
les costará meterse contigo, no querrán averiguarlo…
La República
Dominicana, luce como el hazmerreír del mundo, un país sin leyes
migratoria definida, sin soberanía nacional, sin autodeterminación, aquí
viene cualquiera Juan de los palotes y hace lo que venga en gana, antes
un presidente que no se ha dado a respetar internacionalmente y luce
como mantequilla en pan caliente, donde se violan sistemáticamente todos
los tratados internacionales y el estado de derecho del pueblo
dominicano.
Las autoridades gubernamentales han violado sistemáticamente la
constitución de la República Dominicana, otorgando plazo sobre plazo
para meter millones de ilegales del país vecino, un caso sin precedente
en la historia republicana.
Se viola la constitución
constantemente, en geopolítica y en materia de migración el gobierno
luce sin dirección, con un miedo terrible a lo que digan las potencias
del mundo que están de acuerdo a realizar la fusión de la isla duélale a
quien le duela.
Se nombra un canciller que esta como una veleta impelida por el viento,
deja que secuestren el personal diplomático de la embajada dominicana en
Haití y no emite una proclama en defensa de la soberanía nacional y
los vejámenes que ha sufrido el país en materia de derecho internacional
y defender la dominicanidad como es de lugar.
Repite como el papagayo la política de su amo, Lic. Gustavo Montalvo
quien dirige la cancillería a sus antojos, manejando de una manera
pusilánime, de entrega al poder extranjero y a la agenda de las
potencias del mundo de tirarnos el problema de los haitianos a los
dominicanos.
En vez de defender la dominicanidad nos llama a que tengan tolerancia
antes la invasión pacifica sin precedente en los anales de la historia
dominicana, luce como una veleta a favor de los intereses extranjeros y a
la política de la elite haitiana que favorecen la fusión la isla con el
nombre de LA HISPANIOLA.
Vivimos en tiempos cruciales y definitivos, nunca antes la salud de la
República ha peligrado tanto como en esto tiempo de supuesta modernidad,
se pierde la soberanía nacional, la autodeterminación y el libre
derecho de ser libre e independiente de toda potencia extranjera, como
predico el padre de nuestra nacionalidad Juan Pablo Duarte y Diez.
Todo el plan se está consumando a la perfección con enemigos dominicanos
externos como internos, más los millones de dólares y euros que se
reparten a la prensa amarilla pagada y televisiva…
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