En una carta enviada hoy al presidente de la Cámara de Diputados, Abel
Martínez, el presidente Danilo Medina devolvió sin promulgar la ley que
contiene el Código Penal.
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A continuación extractos de la comunicación que envía el jefe de Estado:
“La observación que formulamos mediante esta comunicación es de
naturaleza parcial, ya que recae exclusivamente sobre los artículos 107,
108, 109 y 110, que conforman en su conjunto la Sección III, del
Capítulo I, Título II de la ley, relativos a la tipificación penal de la
interrupción del embarazo”.
“Dado lo gravoso de las consecuencias que se desprenden para la mujer y
para el personal de la salud en materia de interrupción del embarazo,
caracterizado por sanciones restrictivas de libertad, no resulta
suficiente en términos de eximentes de responsabilidad penal el hecho de
que, en la parte general de la ley objeto de esta observación, se
consagre la figura del estado de necesidad. Entendemos que la
complejidad específica de la infracción relativa a la interrupción del
embarazo, en la que entra en juego la vida de la madre, exige
ineludiblemente hacer explícitos los supuestos excepcionales en que debe
prevalecer el derecho fundamental a la vida de la mujer embarazada, o
el derecho al respeto de su dignidad humana y de su integridad psíquica y
moral, resguardándose al mismo tiempo también la obligación de brindar
asistencia médica en el caso de estos eventos excepcionales”.
“No debe olvidarse, Señor Presidente de la Cámara de Diputados, que los
derechos fundamentales que argüimos como sustento de la presente
observación no sólo son parte de nuestra Carta Sustantiva sino que, de
manera específica, son también inherentes a toda mujer en virtud de
compromisos internacionales de derechos humanos suscritos y ratificados
por los órganos competentes de la República Dominicana, como lo
constituyen la Declaración de Naciones Unidas sobre la Eliminación de
todas las formas de Violencia contra la Mujer, y la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
la Mujer (Convención de Belem Do Pará)”.
“La República Dominicana se encuentra dentro de los países de la región
con mayor tasa de mortalidad materna, fenómeno en el que juegan un rol
preponderante las prácticas inseguras de interrupción del embarazo”.
“Somos, además, uno de los países de América Latina con mayor cifra de
embarazos en niñas y adolescentes; embarazos que no solo son de alto
riesgo para la salud de la madre, sino que esconden a menudo situaciones
de abuso y violación”.
“Todo lo anterior nos plantea como sociedad un problema de salud pública
de primer orden, que por demás afecta de manera desproporcionada a las
mujeres de escasos recursos.”
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