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Luis Abinader |
Como
el Partido Revolucionario Moderno no es PRM, Luis Abinader se guarda una as en
la manga. Este es el secreto de su frescura al andar y del silencio de Hipólito
Mejía.
Resulta que para convertir la
Alianza Social Dominicana en el proyecto M, tiene que haber una convención en
la que se adopten los símbolos, colores y la nueva dirigencia.
Todavía el PRM es en realidad la ASD
y esto signifi ca que son los fi eles de Abinader los que controlan la
maquinaria y administran los chelitos que llegan vía Junta Central Electoral.
Eso de que fulano es el presidente del partido es un camelo.
Sin asamblea previa no hay cambio de
dirección. Abinader sigue al frente.
Todos creíamos que Abinader, político
en ascenso, pero vinculado a un diestro como Hipólito, era ingenuo.
Qué le había dado su dote familiar
al ex presidente y líder del PPH. Pensamos que había renunciado a sus raíces
libanesas y era mal negociante. Que lo había dado todo a cambio de nada, pero
ahora se ve claro. Sigue siendo el jefe de la ASD.
Si Hipólito es ladino Abinader está
resultándolo más.
El joven aspirante presidencial hizo
una promesa política a Mejía como capotazo de seductor o el trueque de
espejitos por oro. En la ASD todavía no ha pasado nada.
Los parciales de Abinader se han
quejado de que los insurgentes llegaron como dueños y desalojaron a los residentes.
Algo similar a la conducta de los soldados de fortuna. Pero de por medio hay
trámites legales que son un obstáculo para los hipolistas.
Los partidarios de Mejía han pugnado
por elegir el candidato presidencial en este año para zanjar las
diferencias en
el camino hacia las elecciones. Pusieron un dedo al aire para mediar la
dirección de los vientos o saben que el futuro podría ser complicado
y deben resolver temprano las diferencias.
Hipólito ha estado más callado que una almeja
para evitar soliviantar a los de Abinader. En días recientes proclamó que sería
el candidato presidencial. Salió de su claustro y animo a su público.
Sabe bien que mucho silencio tampoco es bueno.
Sobre todo si Abinader está de aquí para allá
vendiendo su fórmula de salvación nacional.
Pero son los agrupados en la ASD, donde Tony
Peña Guaba incuba sus aspiraciones de secretario general, los que dan vuelta al
globo. El PRM todavía no existe.
¡Ay papá!
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