![]() |
Jean Jacques Dessalines |
El pasado miércoles la Federación de
Asociaciones de Organizaciones Haitianas en la República Dominicana,
anunció un acto-homenaje al sátrapa (considerado como prócer por los
haitianos), Jean-Jacques Dessalines, en la conmemoración del 208
aniversario de su asesinato.
Según la crónica del periódico El Dia
del 15 de octubre, Patrick Moise, presidente fundador de Fedayodec-RD,
dijo que “la actividad está dirigida a la comunidad haitiana y a todos
aquellos que desean conocer acerca de los aportes de este mártir a la
lucha independentista de su pueblo”. En la rueda de prensa de dichas
organizaciones haitianas se anunció que el acto-homenaje sería realizado
en el auditorio Manuel Del Cabral, de la UASD, el pasado jueves a las
5:00 de la tarde.
El acto-homenaje al tirano asesino que ordenó el
histórico y salvaje Degüello de Moca, constituye una grave ofensa
contra la República Dominicana y, como tal, fue frustrada por un grupo
de patriotas y valientes que con banderas dominicanas se presentaron a
la UASD e impidieron que tan vergonzoso hecho se materializara, lo que
motivó un gran apoyo espontáneo de los estudiantes de nuestra principal
universidad pública.
En ocasión de tan bochornoso propósito me
permito citar la crónica histórica, debidamente documentada, que
consigna que el 3 de abril de 1805 las tropas invasoras haitianas
cometieron la más espantosa y salvaje matanza que registra la historia
en la Villa de Moca, conocido como “El Degüello”, por órdenes del tirano
a quien se pretendía homenajear:
“Summer Welles, por ejemplo, (en
igual afirmación que los demás) señala que en esa fecha “los residentes
fueron congregados en número de quinientos, en la iglesia para
presenciar un solemne Te-Deun en acción de gracias... (y) ahí a mansalva
fueron degollados sin misericordia...”
“Emilio Rodríguez
Demorizi, por su parte, en su libro Invasiones Haitianas 1801- 1805
1822, recoge con documentación de sustento lo que fue una brutal
devastación, saqueo y desolación en que los haitianos impusieron el
terror diabólico de los habitantes de la parte Este de la Isla
Hispaniola.”
En un trabajo sobre el “El Degüello de Moca”
publicado por el Sr. Angel A. Domínguez, en el periódico Diario Libre
del 3 de abril del 2014, se lee: “Al leerse la Alocución que realizara
Dessalines al pueblo haitiano el 12 de Abril de 1805 a su regreso del
sitio de Santo Domingo, para dar cuenta de su gloriosa hazaña realizada
de este lado de la isla, puede medirse la soberbia de un soberano
emperador con signos de gozo y alegría por el crimen, terror y saqueo
realizado. Entre otras cosas se lamenta de no “haber coronado con un
completo y cabal buen éxito” su campaña, pero en compensación, le dice a
su pueblo, que “os queda, al menos, el consuelo de pensar que la ciudad
de Santo Domingo, (es) único lugar que sobrevive a los desastres de la
devastación que propagué a considerable distancia en la parte antes
española...”. Más adelante dirá que “habiendo sido tomada a fuego y
sangre toda la parte exterior de Santo Domingo, el resto de los
habitantes y de los animales (fueron) arrancados de su suelo y
conducidos a nuestra patriaÖ”.
También en su Diario de la Campaña,
dirá que “...el saqueo de la ciudad de Santo Domingo era lo único que
faltaba para completar sus proyectos...” y confiesa haber dejado la
orden a sus principales jefes para que “la caballería se extendiera por
todos los lados, destruyendo y quemando todo lo que encontraba a su
paso”. Agrega, además, haber ordenado a sus generales para que
“empujaran (se llevaran hacia Haití) delante de ellos el resto de los
habitantes, de los animales y las bestias”.
La actividad de los
haitianos ofendiendo a la nación es fruto del envalentonamiento
progresivo que se percibe en ellos, basado fundamentalmente en la
actitud blandengue de nuestras autoridades, que debieron de prohibir
este tipo de afrenta. Cuando el gobierno no actúa en defensa de su
país, ante la insolencia de este grupo de haitianos, se les deja a los
dominicanos el camino que adoptaron los miembros del movimiento “Los
Hijos de Duarte”, de enfrentar directamente tales despropósitos, gracias
a Dios sin ninguna consecuencia física que lamentar.
El artículo
25, numeral 1, de nuestra Constitución prohíbe actividades políticas de
extranjeros, expresando: “Artículo 25.- Régimen de extranjería.
Extranjeros y extranjeras tienen en la República Dominicana los mismos
derechos y deberes que los nacionales, con las excepciones y
limitaciones que establecen esta Constitución y las leyes; en
consecuencia: 1) No pueden participar en actividades políticas en el
territorio nacional, salvo para el ejercicio del derecho al sufragio de
su país de origen;”
Da pena y vergüenza, igualmente, que las
autoridades de la UASD permitan una vagabundería que nunca a nadie en
toda nuestra historia republicana se la había ocurrido, como es el de
auspiciar y apoyar un homenaje en República Dominicana a Jean-Jacques
Dessalines.
Que lo sepan las autoridades de la UASD y el
gobierno, los dominicanos no permitiremos que se nos humille con este
tipo de agresión y provocación totalmente injustificada. Si lo vuelven a
intentar, como han anunciado, le toca a la autoridad impedir en
cumplimiento de la Constitución y las leyes este tipo de atropello. Si
no lo hacen, no pueden reprochar que los dominicanos no se queden de
brazos cruzados.
¡Viva la República Dominicana! ¡Repudio al tirano Dessalines! ¡No a la única e indivisible!
No hay comentarios:
Publicar un comentario