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sábado, octubre 25, 2014

Ingratitud y mediocridad: adversarios de Leonel

Leonel Fernández
Nunca he sido dado a vanagloriar y mucho menos a idolatrar a nadie a la hora de juzgar sus acciones. Lo que sí he tratado siempre es de ser lo más justo y equilibrado posible, aplicando siempre aquellas sabias palabras de Jesús al ser interrogado sobre los tributos hacia el César, cuando dijo: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. 
Mis reflexiones están motivadas por el trato desconsiderado e irrespetuoso de que está siendo objeto el expresidente de la República Leonel Fernández, por algunos sectores mediáticos, sectores de la oposición e inclusive por personas del propio Partido de la Liberación Dominicana (PLD). 
Cuando hablo de la ingratitud como uno de los adversarios de Leonel, me refiero a funcionarios que Fernández protegió, valoró y colocó siempre en posiciones importantes del tren gubernamental, los cuales hoy tratan de crecer políticamente a costa de la descalificación de Leonel y de su inevitable regreso. Esa acción no tiene otro calificativo que  la ingratitud. 
Si esta actitud se mantiene dentro de las filas del PLD, de no proteger y conservar su mejor activo político, pronostico la derrota, como cosecha de esa organización política en la próxima contienda electoral.
Quiero excluir al presidente Danilo Media de esa actitud deshonrosa, mostrada por esos funcionarios, porque un hombre de la formación del Presidente de la República es de suponer que en él habita el sentido del agradecimiento, porque para nadie es un secreto que si hoy los dominicanos tenemos un gran Presidente, se debe a la integración total de Leonel Fernández y su distinguida esposa en el pasado proceso electoral.
Debo señalar que aunque apoyé a Danilo Medina en sus aspiraciones presidenciales, lo hice por mandato de mi partido, el PRSC y por pedido de mi amigo, el Dr. Leonel Fernández. 
Cuando hablo de la mediocridad como otro de los adversarios de Leonel, me refiero a algunos supuestos líderes políticos de la oposición, que traumatizados por no haber alcanzado el éxito a pesar de su larga carrera política, hoy tratan de mantenerse por lo menos vivos, tratando de descalificar al que sí ha sido exitoso por su talento y por su dedicación a la política con decencia y respeto, inclusive para sus más enconados adversarios. 
Cuando hablo de la mezquindad, como el tercer adversario de Leonel, me refiero a todos aquellos que han preferido cerrar sus ojos, para no ver las tantas cosas positivas logradas en la gestión del actual presidente del Partido de la Liberación Dominicana. 
Empecemos por señalar el gran aporte en el orden institucional en su gestión y para ello basta mencionar la nueva Constitución, votada el 26 de enero del año 2010, dirigida y conducida por él, solo igualada por la histórica carta magna del año 1963, propiciada por el guía y mentor del PLD, profesor Juan Bosch.
Otros puntos luminosos de Fernández son: el fortalecimiento del Sistema Judicial, con la creación de las altas cortes, la gran obra de infraestructura ejecutada por su gestión, solamente igualada por las ejecutorias de Joaquín Balaguer. Leonel comunicó a todo el país a través de modernas autovías y carreteras y modernizó la capital a través de túneles, elevados y el visionario Metro de Santo Domingo. 
Mezquinos son los que han cerrado sus ojos, para no ver el gran aporte de la gestión de Leonel a la educación dominicana, para ello basta mencionar su apoyo a la principal universidad pública, la UASD, donde hizo inversiones millonarias en su sede central y las extensiones regionales en casi todo el territorio nacional.
Fue en los gobiernos de Leonel en donde se apoyó más al maestro dominicano, con aumentos de salario nunca antes visto y con apoyo logístico, para fortalecer sus conocimientos y hacer más eficaz su labor educativa. Y fue en sus gobiernos donde miles de estudiantes dominicanos recibieron la mayor cantidad de becas nacionales e internacionales, que hoy en día constituyen un pilar en el talento humano que está al servicio de la patria.  
En los gobiernos de Leonel se hicieron más eficientes los servicios  públicos, liberando a los contribuyentes de la molesta plaga de intermediarios o popularmente llamados “buscones” que intervenían para la obtención de cualquier documento. 
Podría señalar mucho más aportes de la gestión de Leonel en diferentes áreas y sectores socioeconómicos, pero por asunto de tiempo y espacio en esta ocasión no lo voy a hacer. Deseo expresar  que Leonel es un ser imperfecto como usted y como yo,  porque solo perfecto es el Todopoderoso. Yo prefiero a un Presidente que sepa gobernar bien con sus defectos y no a un Presidente que sus defectos los haga ser un mal gobernante. 
Finalmente me permito hacerle dos sugerencias públicas al Dr. Leonel Fernández, la primera: Que su decisión de participar o no en el próximo torneo electoral, esté determinada por su íntima convicción, y que jamás esa decisión esté sujeta a la ingratitud, la mediocridad y la mezquindad de quienes han preferido cerrar sus ojos, para no ver que usted fue un gran Presidente, y la segunda: Que solo la oficialización de sus legítimas aspiraciones detendrá la campaña malsana de descrédito en contra de su gran figura política.
Por Germán Castro García;-
El autor es exsenador por
la provincia La Altagracia 

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