Sigo sin entender a esos grupos que dicen
luchar por la vida... dañando la vida. En los últimos días he visto
reducidos grupos derribar árboles, incendiar neumáticos en calles,
avenidas y caminos, lanzar desperdicios, grapas y vidrios en vías para
obstruir el tránsito. Todo eso lo hacen DIZQUE por Loma Miranda. Alegan
que destruir Loma Miranda es destruir la vida. Pero sucede que no ha
sido autorizada la destrucción de esa loma.
El Presidente Danilo Medina
ha dicho que mientras él sea presidente de este país, Loma Miranda no
sera tocada por nadie. Entones ¿qué se busca con esas protestas
incendiarias para rechazar la supuesta explotación de esta? Ese
movimiento me recuerda el cuento del joven que se casa, y al llegar a la
habitación del hotel, el hombre la emprende a golpes contra la novia y
cuando esta sorprendida le pregunta el porque, le dice que es para que
no se le ocurra reclamarle ni protestarle en el futuro. Ya el presidente
Medina ha dicho que Loma Miranda no será tocada en su mandato. Algunos
de los “nuevos líderes”, que dicen representar al pueblo, podrán dudar
de sus palabras, pero ese Presidente que promete no permitir que se
toque Miranda, es el mismo que prometió aplicar el 4%, a la educación,
que revisaría el contrato de Barrick Gold, que retomaría el caso Bahía
de las Águilas y que haría un gobierno mas cerca de la gente, y ha
cumplido con esas promesas. Esos que dicen actuar en nombre del pueblo
deben revisar sus andanzas. Voltear a ver quienes le siguen.
No es
cierto que a la mayoría del pueblo le agrada ver la destrucción de
propiedades, quemas de neumáticos que dañan su salud, lanzadera de
vidrios a las vías que impiden el tránsito a gente humilde, corte de
árboles que luego hay que sembrar para atraer las lluvias. Queremos
vivir en Paz. Queremos a Loma Miranda y ya el presidente Medina dijo que
no sería tocada. Es tiempo de ponerle un PARE a esas protestas
insensatas, teniendo como prexto a Loma Miranda, que seguirá siendo una
importante reserva. Ellos alegan defender al pueblo con sus acciones,
pero ¿a cuál pueblo? ¿a cuál mayoría? Este país necesita que desde fuera
lo sigan viendo como uno de los mejores destinos para la inversión. Eso
sí beneficia a todo un pueblo. Es tiempo de avanzar sin odio, sin
rencores y sin banderías políticas.
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