CASI NADA.- La prensa haitiana a la que
tengo acceso está de lo más discreta respecto a República Dominicana en
las últimas semanas. Prácticamente ignoraron la presentación del
presidente Danilo Medina en la asamblea de la ONU, a pesar del vehemente
llamado que hiciera a la comunidad internacional para que fuera en
auxilio de la vecina nación. Pero tampoco se ocuparon de los tres
párrafos que dedicara Michel Martelly a las relaciones entre ambos
países en un discurso de siete páginas.
El muerto del barrio 27 de
Febrero que conmocionó a los dominicanos por las versiones oficiosas de
que los haitianos insurrectos portaban armas de todos los calibres, no
provocó interés de aquel lado de la isla. Se dirá que palo si boga y
palo si no lo hace, pero resulta extraña la reserva de esos medios, los
cuales, como se sabe, en ocasiones se tornan muy pugnaces. Sin embargo,
de lo que sí escribieron fue del primer aniversario de la sentencia del
Tribunal Constitucional, de la que siguen soñando sea anulada y eche por
tierra el fracasado (a su juicio) Plan Nacional de Regularización. Lo
principal sigue siendo lo principal…
QUE SÍ, QUE NO.-
La comparecencia del presidente haitiano ante la asamblea de la ONU
depende de la óptica y de la perspectiva. No puede decirse que fuera de
confrontación con República Dominicana, pero tampoco conciliadora. Es
más, si quisieran buscarse otras patas al gato habría que subrayar una
frase suelta que puede tener a los dominicanos como destinatarios. Fue
su exhortación a la concurrencia a luchar contra “las discriminaciones y
los prejuicios que afectan la solidaridad entre los pueblos”. Tal vez
los dominicanos no deban darse por aludido, puesto nadie más solidario,
pero sí cuando se observa que distingue y discrimina. Hizo mención, o
mejor homenaje, a los cubanos por su gesto de ir en socorro médico a los
países africanos afectados por la terrible enfermedad del Ébola. ¡
Entre haitianos te veas !...
EL AFÁN.- Los senadores
tienen un afán, dicho de la boca para afuera, para que ese cuerpo
legislativo haga una investigación y determine la identidad del colega
involucrado en la estafa y el soborno en la compra de los aviones
Tucano. En un pasaje de la biblia se dice claramente que no todo el que
clame Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos. El reclamo, por
insistente que sea, no alejará la sospecha, ni evitará el Inri. Y no
puede pensarse en uno solo, porque figure en la transacción, pues ese
contrato se aprobó con votos suficientes, y ninguno de los que
estuvieron en la sesión puede dársela de inocente. Como dijo una vez un
ex Procurador General de la República, y se convirtió en el chiste del
año: “No os desesperéis”. Entre abogados se habla de que “justicia
tardía, es justicia denegada”, pero depende. Si el negocio se ve como un
acto de Estado, y de por medio anda la política, y hasta la campaña
electoral, se impone el refrán de que “ nunca es tarde si la dicha es
buena ”. Que es lo que falta por ver, ya que a cada momento se abren
ventanas, y a golpe de brisa se cierran solas…
QUIEN SEA.-
La situación no deja espacio a maniobras arteras y nadie tiene que
volverse loco en la víspera. Si los senadores no encontraron jabón ni
detergente cuando eran los dueños de la batea, ahora deben dejar que los
brasileños laven la ropa sucia. No se sabe quién tiró la bomba, y hasta
la competencia es sospechosa, pero sí que explosionó, y habrán de verse
los heridos. Si solo resultan afectados brasileños, pues brasileños.
Pero sí dominicanos, dominicanos. Y si estos fueran senadores,
senadores, y si por igual exaltos oficiales, no queda de otra. La soga
que amarre unos que sea suficiente para los otros. Pues aquí no hay
vacas sagradas, como en la India, pero hay unos toros que son
intocables…
LA POLÍTICA.- El caso de estos aviones,
sea que llegue hasta las últimas consecuencias, como que se quede a
mitad de camino, dará mucha agua a beber. Y no solo será asunto de
justicia, sino principalmente de política. De ahí que sea conveniente
desde el principio no confundir los planos. Lo de ahora es estafa y
soborno. Lo pasado, pasado. No interesa ni importa si los aviones fueron
necesarios y prestaron un inestimable servicio en la lucha contra el
narcotráfico. El gasto se hizo y era justo que realizaran el trabajo. Y
esto es bueno decirlo, porque una cosa es la oportunidad del negocio, y
otra muy distinta el aprovechamiento de la oportunidad y del negocio…
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