
La mayoría
interpreta que Danilo dejó abierta la posibilidad de modificar la
Constitución para buscar la reelección. Y esa es una impresión
distorsionada, para no tipificarla como una mentira de a puño.
Algunos
lo enfocan de esa manera de buena fe, pero con incapacidad analítica,
aunque a otros lo hacen empujados por la perversidad de pretender
reducir al Presidente igualándolo a otros que en el pasado mintieron, se
desdijeron y cambiaron sus posiciones con relación a la reelección
desde que llegaron al poder.
Danilo Medina no buscará la
reelección por convicción propia. No inducido por los innecesarios
“consejos” de figuras del leonelismo sin calidad moral para hablar de
alternabilidad, estatura política o crisis partidaria.
Una actitud
maniqueísta sobre la reforma constitucional y la reelección que para
nada les luce, ya que algunos de ellos protagonizaron la payasada de
recolectar firmas en 2011 para modificar una Constitución neonata y
quedarse en el poder sobre la base “del líder insustituible”. El mismo
argumento que hoy utilizan con Danilo quienes pretenden presentarlo al
país como el nuevo mesías.
El Presidente no intentará reelegirse
aunque les duela a los aduladores que quieren reelegirse ellos en sus
puestos, lo mismo que a los grupos “socialcivilezcos” que integran
enemigos históricos del PLD que ante la evidente inviabilidad de su
Convergencia, por el trato distinguido que reciben del Ejecutivo y por
su odio visceral a Leonel Fernández ---a quien erróneamente consideran
que sólo detiene la reelección---- promueven a Danilo por lo bajo y
hasta a viva voz, desdiciéndose incluso de posiciones históricas de las
cuales han vivido siempre.
No se trata de merecimientos,
capacidades o aprecios del electorado, porque hasta ahora Medina ha sido
un Presidente que goza de la admiración de la gente y por tanto sería
el mejor candidato que pudiera presentar el PLD
El asunto es que a
diferencia de otros, Danilo es un hombre correcto y un político serio,
incapaz de promover, propiciar o impulsar una modificación
constitucional para lucrarse de ella.
Cosa distinta fuera si la
Constitución permitiera la reelección. Un amigo avezado en el tema
comentaba hace poco que para hacer posible la reelección habría que
poner de acuerdo sólo cinco votos: Miguel Vargas, Luis Abinader,
Hipólito Mejía, Leonel Fernández y el propio Danilo Medina
¿Es eso posible? ¡Evidentemente que no!
Danilo
Medina sabe que en la actual coyuntura la reforma constitucional para
hacer posible la reelección es inviable... Pero también sabe que una
decisión de esa naturaleza podría constituir un peligro para su futuro
político.
Un riesgo innecesario tomando en cuenta que por el
camino que va llegará a agosto del 2016 con niveles de popularidad nunca
antes registrados en un gobernante saliente. Porque a pesar del lógico
declive que suelen sufrir los gobierno en su tramo final, en este caso
no aparecen en el camino eventos que puedan perturbar la buena marcha de
la administración ni la mejor imagen del mandatario. Pues salvo en el
tema haitiano, Danilo obtiene excelentes calificaciones en todas las
asignaturas.
Lo que esta llamado a convertirlo en el referente de
la política criolla con capacidad para incidir de manera determinante en
las decisiones nacionales y en los procesos internos de su partido.
Aún fuera del poder.
Y si como calculan sus estrategas, Danilo
logra que entre sus simpatizantes en el PLD salgan 20 senadores, 65 ó 70
diputados y 30 ó 40 alcaldes ¿quién dice que no sería el líder del
país aunque en el Palacio se encuentre Leonel, Reinaldo o hasta el mismo
Hipólito?
En ese escenario más que probable, ¿qué necesidad tiene
el Presidente Medina de apostar todo su capital al albur
reeleccionista? ¡Ninguna!
Por eso se expresa en los términos que
lo hizo el martes, cuando restó importancia al activismo reeleccionista y
afirmó que en todos los gobiernos surgen esos movimientos. O cuando
reafirmó el tiempo que gobernará en este mandato: cuatro años. Por eso
dijo que apenas lleva la mitad, y que le queda la misma cantidad de
tiempo para seguir trabajando.
Y para ser más claro recordó que
las candidaturas de los partidos tienen plazos fatales, afirmando que si
aún fuera necesario, cuando llegue el momento, entonces daría su
opinión sobre el tema.
¿Y qué quiere decir Danilo con “si todavía
requieren mi opinión”? Pues que sus actos harán incensaría sus palabras.
Porque cuando llegue el momento de presentar candidatura, él no lo
hará.
¿Que no rechazó de plano la posibilidad de reelegirse? ¡No! Pero tampoco abrió la brecha de la reelección como algunos quieren
establecer. Simplemente no la cerró.
Y es lógico que no lo
hiciera, porque conociendo esta fauna política y la idiosincrasia de los
dominicanos, si Danilo dice que no va faltándole la mitad de su
mandato, lo dejan más solo que la una
A su lado sólo quedarían
Carlitos, Peralta, Montalvo y unos cuantos colaboradores más. Los demás,
incluso algunos de los que andan por ahí promoviendo la reelección, se
enganchan al próximo tren
¡Y ese es un lujo que no se puede dar ningún presidente!
Por Oscar Medina;-
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