Aunque el actor principal
entonces fue el fenecido líder, no debe olvidarse que Mejía ocupó la
presidencia de ese grupo político, luego dado en herencia. Decamps fundó
su Partido del Toro para no quedare a la intemperie después que fuera
vencido por la reelección de Mejía, que no aceptó circunstancia ni
principio en su afán de reeditarse en el poder. Lo de ahora es más de lo
mismo. Mejía, sin PRD, y queriendo volver al gobierno, no le queda otra
que agenciarse una fuerza política que responda a sus propósitos. Esa
necesidad, incluso, explica el intento de despojo de la Alianza Social
Dominicana a su aliado fundamental Abinader. Lo importante para Mejía no
es la existencia del PRM, sino que sea instrumento de sus intereses
políticos...
LA HISTORIA.- Mejía llegó a la política para
quedarse, y si le faltaba escuela, ninguna mejor que el PRD, donde nadie
se da de baja, ni se retira, y tampoco jubila. A los expresidentes
cuando insisten se les considera jarrones chinos, pero a los dirigentes
que crean dificultades, se les tiene como sillones viejos. Estorbos
unos, fastidios otros. ¿Cómo dejar a Mejía fuera de competencia, si
tiene más voluntad que un joven y en codicia política supera a sus
iguales del PRD? Los perredeístas no se percatan todavía que Mejía es un
fenómeno político, y lo que es peor, él mismo se cree un fenómeno, y
actúa como fenómeno. La primera gesta de Mejía (ya olvidada) fue dirigir
la campaña del 1998, en el Cibao, y honrar esa confianza con doce
senadores. Desde entonces los éxitos políticos se multiplicaron, adentro
y afuera, pues logró la candidatura con 74 por ciento y también la
presidencia de la República, utilizando como táctica perfecta a Joaquín
Balaguer. Quien sin más ni menos fue la verdadera fábrica de presidente.
Como dirían en la calle “puso a Leonel, y puso a Hipólito”...
OBLICUO.-
Cuentan en los círculos de los bien enterados que Mejía, cuando gente
de alcurnia social y económica le pregunta en la intimidad qué va a
pasar, responde sin rubor que apoyará a Abinader. Uhmm. A Abinader
parece que le llegó la historia y en un primer momento la creyó, pues
más o menos lo mismo le había dicho a él. Solo que hay que recordar la
inteligencia del campesino dominicano, de lo que Mejía hace galas, y que
es tanta, según una frase famosa, que puede llegar a Arzobispo. Lo que
querría el expresidente si viniera el caso, y fuera cura. Pero por
ahora, la jefatura del Estado. Quienes conocen de cerca a Mejía saben
que no siempre va de frente, que se guarda algunas cartas, y no en la
manga de la camisa, y se reserva uno que otro movimiento, pero no en el
campo de juego. Y esas oblicuidades son sus mejores armas, pues con
ellas ataca con disimulo. Con el “Hipólito me dijo” se puede hacer todo
un manual político...
POR EJEMPLO.- Entre sus muchas
anécdotas se dice que una vez puso loco a más de un dirigente del PRD, o
subordinado suyo en el gobierno, diciéndoles sin más ni más “tírate”.
Esto es, que buscara la candidatura, dejando entrever que no iría y lo
apoyaría. Muchos cayeron en ese gancho y jugaron bingo con las fichas de
Mejía. Al final fue él quien recogió el premio. La idea era despistar,
pero igual que se viera que ante un panorama tan desolado, estaba
obligado a concurrir a las elecciones, pues los interpelados eran
ñpolíticamente hablandoñ muertos en vida. Ahora anda en lo mismo. El
H16, el proyecto propio, va más adelantado que el PRM, o por lo menos se
sabe que fueron nombrados todos los coordinadores y que éstos están
trabajando a jornadas completas, sin mirar hacia atrás ni entretenerse
en chismes de patio. Mejía es el candidato, y la razón es muy sencilla.
Consideran que él no puede regalar a Abinader los más de dos millones de
votos que obtuvo en las pasadas elecciones. Y según su parecer, todos
son de Mejía. El compañero de boleta fue un ornamento necesario, algo
decorativo. La apreciación es lamentable, pero la dicen en reuniones
oficiosas, y de seguro que cuando la lucha entre en la etapa decisiva,
se repetirá frente a las cámaras y los micrófonos...
Por Orlando Gil;-
orlandogil@claro.net.do
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