Un problema que da miedo y que se esconde más allá de los esfuerzos
frenéticos para evitar que más gente se contagie de ébola: nadie sabe
exactamente de dónde vino el virus ni cómo prevenir que surjan nuevos
brotes.
El ébola ha causado dos decenas de brotes en África occidental desde
que apareció por primera vez en 1976 y viene de alguna parte
—probablemente de los murciélagos_, pero los expertos coinciden en que
necesitan identificar sus orígenes en la naturaleza.
Eso ha tenido que esperar, pues primero deben dominar el brote
actual, que ha cobrado más de 1.100 vidas en cuatro países, la peor
cifra de ébola en la historia.
“En primer lugar hay que controlar el brote. Una vez que eso se haya
resuelto, hay que regresar y encontrar cuál es la fuente”, dijo Jonathan
Towner, un científico que ayudó a descubrir que los murciélagos eran la
fuente de otra enfermedad similar al ébola llamada Marburg. Towner
trabaja para los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades
(CDC) de Estados Unidos.
Otros creen que buscar los orígenes del ébola es más que una simple curiosidad científica.
“La confirmación de la fuente sería importante, sin duda”, dijo el
doctor Richard Wenzel, un científico de la Universidad Virginia
Commonwealth quien anteriormente dirigió la International Society for
Infectious Diseases (Sociedad Internacional contra las Enfermedades
Infecciosas).
En la historia, algunas de las victorias más grandes contra las
enfermedades infecciosas implicaron no sólo limitar la propagación de
persona a persona, sino también la búsqueda y el control de las fuentes
en la naturaleza que alimentan la aparición de casos nuevos.
La peste se detuvo una vez que se detectó que los científicos
concluyeron que el microbio estaba vinculado con las pulgas en las
ratas. En cuanto a la enfermedad respiratoria del sars, se halló que las
civetas desempeñaban un papel. Con el tifus fueron los piojos y con la
gripe aviar se trató de los mercados de aves de corral.
Los intentos por controlar el mers, un virus que causa brotes
esporádicos en Oriente Medio, incluyen descubrir en qué forma tienen que
ver los camellos.
En el caso del ébola, los expertos en salud creen que las personas
que se contagian inicialmente en cada brote obtienen el virus de comer o
manipular animales infectados. Creen que el virus puede provenir de
ciertos murciélagos. En ciertas partes de África, los murciélagos son
considerados un manjar.
Sin embargo, puede ser que los murciélagos no ofrezcan el panorama
completo o que en realidad sea la criatura que propagó el virus a los
seres humanos.
La Organización Mundial de la Salud ha dicho que los chimpancés,
gorilas, monos, antílopes forestales y puercoespines podrían tener algo
que ver también. Incluso las granjas de cerdos pueden amplificar la
infección debido a que los murciélagos de la fruta vuelan pr las
granjas, dijo la OMS.
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