La campaña de Temo: con más deseos que ganas

Orlando Gil
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EL TEÓRICO.-
Temístocles Montás se puso en clave de sol e inició la publicación de una serie de trabajos en el periódico Hoy para  “compartirÖpuntos de vista sobreÖtemas y desafíos...”. No lo hace como ministro de Economía, sino como aspirante a la nominación presidencial del PLD, en el 2016, y consiguientemente, a la presidencia de la República. La campaña interna suya va como las de sus compañeros, con más deseos que ganas, y sin que se sepa razón accede a otro escenario. 
El debate público, por ejemplo. El caso es que se adentra en un terreno que conoce, el de la teoría, y en el que podría competir de igual a igual con el expresidente Leonel Fernández. Nadie lleva ese registro, pero puede decirse que en los gobiernos de Fernández, Montás dio tantas o más conferencias magistrales que el entonces jefe de Estado, y no solo en el país, sino igualmente en el extranjero. Se hace más que evidente que para ambos hablar en público es una segunda naturaleza...
LA NATURALEZA.-
No serán picos de oro, pero no hay dudas de que la palabra los seduce, y que sus egos no desaprovechan oportunidad de dar cátedras, e incluso podría darse el caso de que Montás sea más profundo, ya que tiene mayor formación técnica y hace maravilla con las estadísticas. Ya no lo recuerda, pero en un ejercicio de realidad que después se comprobó que era ficción presentaba panoramas de ensueños en las administraciones de Leonel Fernández. Lo interesante es que se dan la mano a estos fines, pues como Fernández anda ponderando calidades en el liderazgo de Moisés, como si quisiera verse representado en el personaje bíblico, Montás entrega sus mandamientos por escrito, como si acabara de bajar del Monte Sinaí. De manera que falta ver si en clave de sol mantiene su puño en la cara del expresidente, como hasta ahora en sus encuentros de campaña, en los que denuncia a Fernández como caudillo y renegado del principio que define la democracia: la alternabilidad. Igual habrá que ver si Fernández acepta el reto y confronta sus ideas con la de Montás...
EL MOÑO.-
Leonel Fernández escribe en este periódico, y lo hace de manera periódica, por lo que espacio no le faltará, y oportunidad tampoco. Ahora bien, no se conoce que busque rencilla o se entregue a la polémica, y hasta ahora se coloca por encima de sus adversarios, a los que sufre en silencio. Además, hay otra realidad. Tiene la ventaja de que no tiene que bajar del Olimpo, como hacían los dioses griegos, a ocuparse de las menudas tareas de los humanos, sino que otros actúan por él. Quiere ser candidato, y aunque chotea de vez en cuando (por ejemplo con los vientos), no organiza sus fuerzas ni las dispone a combate. Recientemente un grupo de mujeres quiso proclamarlo, y lo hicieron en su ausencia. E incluso, hasta para recibirlas después del acto, se hizo rogar. Aunque más tarde hizo aparición como una estrella de rock, regocijado de su suerte. Lo mismo sucedió con unos jóvenes, que al igual que las mujeres quisieron adelantar pasos, y se quedaron como ellas con el moño hecho...
INÚTIL.-

Orlando Gil

Los escritos de Temístocles Montás serán buenos como ejercicio teórico, pero en la práctica inútil, pues ya los peledeístas no discuten a la sombra de la mata de limoncillos, y los intermedios y los círculos de estudio no son los núcleos de otros tiempos. Si Leonel Fernández no le responderá, y en las bases no hay posibilidad de debate, habrá arado en vano o clamado en el desierto. Quedan sus compañeros de faena: Francisco Javier García, Reinaldo Pared y Radhamés Segura, pero difícilmente cambien el tono y ritmo de sus campañas. Además, de que tampoco se les conoce como teóricos. Hacen ajustes sobre la marcha, y a su decir, con éxito. García hace del populismo su causa, Pared ya se quitó el Rolex Presidente con que lo fastidiaron en su primera salida a Boca Chica, y Segura, si fuera por sus palabras, nadie lo supera en las bases del PLD. Y los que tienen columnas fijas en los periódicos (por ejemplo Franklyn Almeyda en El Caribe), de seguro que no comentarán los puntos de vista de Montás...