
Washington,(EFE);-Un temblor de 5,1
grados de magnitud con epicentro en el sureste de Los Angeles
(California) se saldó sin grandes daños pero muchos nervios debido a las
más de veinte réplicas contabilizadas desde el seísmo de la pasada
noche.
El Servicio Geológico Estadounidense (USGS) indicó
que el temblor se produjo a las 21:09 de la noche hora local con
epicentro entre las localidades de La Habra y Brea en el condado de
Orange y una profundidad de 7,5 kilómetros.
"La secuencia de réplicas podría continuar durante
varios días o semanas pero probablemente tendrán menor frecuencia y
magnitud a medida que pasa el tiempo", informó el USGS en un comunicado.
Las autoridades locales indicaron a través de sus
cuentas de Twitter que el temblor provocó roturas de cristales y de
conductos, con escapes de gas y agua.
La compañía eléctrica Southern California Edison señaló que unos 2.000 clientes se quedaron sin luz a raíz del temblor.
Por su parte, el USGS informó de más de una docena de réplicas, cuya magnitud osciló entre los dos y los 3,6 grados.
Las autoridades señalaron que han dado la
instrucción de revisar puentes, represas, vías ferroviarias y otras
infraestructuras para identificar posibles daños.
Residentes del área afectada señalaron en
declaraciones a la cadena de radio local KNX-AM haber visto cómo un muro
de ladrillos se desmoronaba y árboles y cables del tendido eléctrico
tambaleantes.
"Todas las ventanas del edificio temblaron", dijo
una de las personas que llamó a la estación radiofónica desde el cine en
el que estaba cuando se produjo el terremoto.
"Todo el mundo salió a la calle y comenzaron a abrazarse unos a otros", añadió.
El seísmo sigue al temblor de 4,4 grados en la escala de Richter registrado el pasado 17 de marzo.
Desde el 1 de mayo último, el USGS registró en
California más de 2.000 seísmos, el 99,5 % de los cuales fueron de menos
de 4 grados en la escala de Richter.
Los sismólogos consideran que hay una probabilidad
de un 98 por ciento de que el "Big One", un terremoto de magnitud 7,8 o
superior con origen en la falla de San Andrés, afecte al sur de
California en los próximos treinta años.
Las estimaciones oficiales indican que ese temblor
causaría de forma directa 2.000 muertes y 53.000 heridos, así como el
derrumbe de 1.500 edificios, incluidos rascacielos, y daños de
consideración en 300.000 inmuebles.
Esas cifras podrían duplicarse en los días
posteriores al seísmo por culpa de la inseguridad, los previsibles
problemas de suministro de energía, de agua y de alimentos pero, sobre
todo, de los incendios. EFE
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