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domingo, febrero 16, 2014

La decisión de Hipólito unifica al PRD

VARGAS CONSOLIDA SU LIDERAZGO 
Por Cesar Medina.
Seguidores de Luis Abinader tratan de convencerlo para que rechace el camino de la sublevación, tomado ayer por el expresidente Mejía 
Hipólito Mejía hizo posible la unidad del Partido Revolucionario Dominicano-- aún dentro de su proverbial disidencia interna--, cuando anunció el “Día del Amor y de la Amistad” que se desentendía de la organización que le llevó al poder, para correr en una aventura aliancista cuyas posibilidades de éxito no le anticipan ni siquiera sus más fanatizados seguidores.
Mientras Mejía sale del PRD por la puerta de atrás, Miguel Vargas “le tira los tejos” a Hatuey De Camps tendiéndole la alfombra roja para que retorne por la puerta ancha con la promesa de cederle la presidencia partidaria a partir de su candidatura presidencial en 2016 “salga pato o gallareta”. La última reunión entre Vargas y De Camps se produjo la víspera del discurso de despedida del expresidente Mejía.
El pasado fin de semana retornaron al partido algunos viejos dirigentes y la camada joven ha comenzado a incorporarse paulatinamente, empezando por el diputado David Collado. Guido Gómez Mazara se inscribió el sábado para disputarle a Vargas la presidencia del PRD. Ya antes lo había hecho Alfredo Pacheco, de fuerte arraigo en el perredeismo capitaleño.
Hace meses La Tecla anunció que todos estos acontecimientos se producirían en los meses subsiguientes... Exactamente lo que está ocurriendo.
El otro aspirante a la candidatura presidencial, Luis Abinader, se mantenía equidistante de los dos liderazgos fundamentales del PRD hasta avanzada la tarde de ayer sábado, pero a lo interior de su proyecto político se ejerce fuerte presión para que rechace la sublevación de Mejía a los mandatos partidarios para la celebración de su convención XXXIX Noel Suberví Espinosa convocada para iniciar el próximo domingo.
Abinader participó el pasado fin de semana en el acto constitutivo de un frente opositor al margen del PRD en el que no estuvo Mejía, lo que le ha provocado algunos trastornos a lo interno de su corriente partidaria porque se considera que su real potencialidad electoral está dentro del perredeismo en la medida en que sea capaz de poner distancia con el pepehachismo.
Un llamado a la violencia
En su discurso del viernes Hipólito Mejía cometió el error de no demarcarse de posibles actos de violencia durante los próximos cinco meses en que se llevará a cabo la convención perredeista. Por el contrario, se consideró como un estímulo a sus seguidores y una provocación a la dirigencia del partido su anuncio de que  apelaría a cualquier método “para recuperar el partido del secuestro en que lo mantiene Miguel Vargas”.
Horas después Vargas acudía a la Casa Nacional del PRD para inscribir su candidatura y sin referirse directamente a Mejía invocó “la paz, la democracia y el principio de unidad perredeista” mientras rechazaba cualquier tipo de violencia en la militancia de ese partido.
La posibilidad de actos de violencia durante la celebración de la actividad interna del PRD es una contingencia ponderada hace mucho tiempo por los órganos de seguridad del Estado que han advertido incluso sobre la seguridad física de Vargas, tal como publicó “Fuera de Cámara” a principios de esta misma semana. 
Consecuentemente, para la apertura de la convención el próximo domingo se han adoptado medidas de seguridad para prevenir con tiempo cualquier intento de subvertir el orden y se ha participado a las autoridades sobre planes específicos de violencia en varios pueblos del interior.
La seguridad del presidente del PRD ha sido redoblada; está a cargo de un general activo de la Fuerza Aérea y del mayor general retirado, ex jefe de la Policía, Rafael Guerrero Peralta. También se han incorporado a su equipo de seguridad dos comandantes constitucionalistas y otros dos hombres ranas de participación muy activa en la revuelta de abril del 65.
“Quiero expresarles desde esta Casa Nacional del PRD, la casa de la democracia-- dijo Vargas a sus seguidores--, que rechazamos la violencia, la anarquía y la intriga, y sobre todo rechazamos la división... Nosotros estamos comprometidos con la unidad de este partido”.
Hasta las 12:00 de la noche de ayer sábado, cuando venció el plazo para inscribir candidaturas a la convención perredeista, la situación a lo interno del PRD era de mucho activismo sobre todo en su sede central donde opera la comisión nacional organizadora de ese evento que preside el ingeniero Julio Maríñez.
Los tanteos con De Camps
En las últimas dos semanas Hatuey de Camps y Miguel Vargas, compadres por partida doble, se han reunido en tres ocasiones, dos de ellas por invitación del presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD) y una a instancia del presidente del PRD.
Los tres encuentros han tenido el propósito de plantear fórmulas unitarias. Una de ellas fue sugerida por Hatuey: que Miguel proponga como candidata vicepresidencial a la señora Carolina Mejía, la hija mayor de Hipólito, en la boleta perredeista. Vargas le recordó a Hatuey que esa fórmula fue discutida y aprobada por Hipólito en mayo del año pasado cuando se reunieron en la casa campestre del general Soto Jiménez, en Lomas Lindas.
Ese acuerdo, inicialmente aprobado por el expresidente Mejía, fue luego desconocido. De todas formas Vargas dijo que estaría dispuesto a discutir nuevamente sobre esa eventualidad, además de compartir un eventual gobierno perredeista con Hipólito de ganar él la presidencia de la República en las elecciones del 15 de mayo del dieciséis.
El viernes, poco después del discurso de su padre, la señora Mejía descartó cualquier posibilidad de ser la compañera de fórmula electoral de Vargas, por lo que tal posibilidad ha quedado definitivamente
descartada y así se lo hizo saber ayer sábado el presidente perredeista a su compadre De Camps.
Las posibilidades del reencuentro político entre Miguel y Hatuey ha quedado “en la cancha” del presidente del PRSD... Una es fusionar su pequeño partido al PRD y que todos sus dirigentes pasen con sus mismos rangos políticos a su anterior organización, y otra posibilidad es que el PRSD se incorpore al “Pacto de la Esperanza”, la propuesta aliancista que encabeza el PRD.
En el primer escenario Miguel Vargas tendría que convocar al Comité Ejecutivo Nacional y presentar la fusión del PRSD para su aprobación; si se tratara de una incorporación al “Pacto de la Esperanza”, Vargas tiene la anuencia del CEN que en su última reunión le otorgó poderes para negociar alianzas con otros partidos o figuras políticas.
Lo que se ha podido filtrar hasta ahora es que Hatuey se siente tentado a negociar la fusión del PRSD con el PRD con la condición de que Vargas le ceda la presidencia del partido después de las elecciones del dieciséis sin importar cuáles sean los resultados.
En esa situación De Camps sería otra vez el jefe de la campaña electoral de Miguel en las próximas elecciones y negociaría una amnistía “en beneficio de todos los compañeros que han salido del partido en los últimos años, sin importar causas o razones de esa salida”.
¿Esa posibilidad incluiría a Hipólito Mejía? “¡Sí, incluiría a Hipólito Mejía y a todos los de su grupo que quieran retornar!”.
La situación de Hipólito...Para los más entendidos en los asuntos internos del PRD, la situación del expresidente Mejía va de mal en peor. Su decisión de abandonar la lucha a lo interno del PRD y pasar a formar parte, como uno más, del llamado “Frente Amplio Convergencia por un Mejor País”, constituye un paso al vacío que en lo inmediato drenará dramáticamente el apoyo que aún le quedaba en el partido que lo llevó al poder.
De paso Mejía “se la puso en China” a su alter ego Abinader que no tiene alternativa que no sea decantarse por el PRD en la disyuntiva que se le plantea de irse a una aventura aliancista sin futuro o permanecer fiel al partido que en el mediano plazo le garantiza la candidatura presidencial.
Abinader hijo no acompañó a Hipólito el viernes del rompimiento, aunque sí lo hizo Abinader padre que figuraba en primera fila exhibiendo más que arraigo la inclemencia de los años. En cambio, el hijo sí estuvo y habló en el acto de constitución de la “Convergencia”.
El rompimiento de Hipólito con el PRD ocurre en su peor momento, cuando está más alta la efervescencia perredeista por posiciones dirigenciales y a poco más de dos años de ponerse en juego casi cinco mil posiciones electivas que saldrán a pescar con gula los dirigentes intermedios que cumplirán en ese momento 12 años fuera del poder.
Mejía olvidó al arengar a los perredeistas a seguirle en esa aventura que el PRD en sus 75 años de historia ha logrado sobrevivir a todas sus divisiones internas, independientemente de quienes se han ido incluyendo a Bosch, Peña Gómez y Jacobo Majluta.
Mejía se va más solo que la una, porque hasta los viejos perredeistas que han hecho causa común con él  preferirán permanecer en el PRD, así sea que guarden silencio en todo el proceso próximo del partido. En ese grupo están Fello Suberví, que retornará al PRD institucional; Enmanuel Esquea Guerrero, que el viernes hizo un último llamado a la armonía perredeista; Milagros Ortiz y Hugo Tolentino, que aún no se pronuncian sobre el paso en falso que ha dado Mejía.
Sueños más que recuerdos
Acomodando a su conveniencia unos recuerdos de la historia electoral perredeista, Hipólito citó las coyunturas en que el PRD liderado por Peña Gómez encabezó alianzas electorales en los procesos electorales de 1974, 1994 y 1996... 
Obvió decir que todas esas alianzas fracasaron por su pésima formulación, y que en 1978 Antonio Guzmán llegó al poder postulado por el PRD gracias a que su tacto e inteligencia le hizo romper con los grupos radicales que cuatro años antes hicieron abortar el Acuerdo de Santiago, que también lo llevaba como candidato presidencial.
Con su salida poco inteligencia por la puerta de atrás, Hipólito le resuelve el problema a Miguel Vargas que ahora queda solo en el camino a la candidatura presidencial si se toma en cuenta que la vuelta de Abinader no tiene mayor significación en la lucha interna porque llegará sin muletillas y sin haber podido ni siquiera quitarse de encima el sambenito de pepehachista que le deja Hipólito como herencia.
¿CÓMO QUEDA AHORA EL PANORAMA ELECTORAL?

Definida ya la situación del PRD, el cuadro electoral proyectado hacia las próximas elecciones luce definido en torno al posicionamiento de los partidos. Es obvio que el Partido de la Liberación Dominicana luce en este momento favorito, pero el PRD marcha camino a su recuperación, y faltando aún más de dos años para las elecciones cualquier cosa puede ocurrir.
Danilo Medina es la figura política de mayor aceptación, pero su imposibilidad de repostularse comenzará a cobrar su precio en función de popularidad cuando las fuerzas internas del peledeismo se dividan en la medida en que se acerque la fecha de escoger candidatos. La figura de Leonel Fernández repunta por su alta valoración en las encuestas y se coloca ya detrás del Presidente Medina.
El surgimiento de la precandidatura del presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, pudiera modificar el cuadro interno peledeista si en verdad, como se dice, cuenta con el apoyo del Presidente Medina. Francisco Javier García, después de Danilo, Leonel y Margarita, sigue como la cuarta figura en aceptación en la carrera interna del PLD.
El Partido Reformista no logra crear expectativas electorales y hasta el momento sólo la figura fresca de Víctor-Ito- Bisonó Haza entusiasma tímidamente. Su nuevo presidente, Quique Antún, promete vigorizar un partido desganado desde que su anterior, Carlos Morales Troncoso, cayó en cama por una dolencia de cierta gravedad que parece haber superado.
El actual período de gobierno, sin haber agotado su primera mitad, mantiene una aceptación que ronda el 90 por ciento, algo nunca visto en la historia democráticamente dominicana que pasa del medio siglo. Sólo el gobierno de Guzmán en sus primeros meses se encampanó tan alto gracias a las medidas populares que adoptó después de los 12 años del gobierno poco tolerante de Balaguer.
En este momento un elevado porcentaje del país marcharía sin muchos tropiezos por la ruta que le indique el Presidente Medina... Pero las elecciones no son hoy ni mañana.
¡Para eso faltan todavía justamente hoy dos años y cuatro meses...!

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